La selección chilena ya conoce rivales para la próxima fecha FIFA: la Roja enfrentará en suelo nacional a Cuba (11 de junio) y República Dominicana (16 de junio); para cerrar un tercer partido contra Bolivia el 20 del mismo mes en tierras altiplánicas.

La noticia generó polémica en base al nivel de los rivales que enfrentará la Roja dirigida por Eduardo Berizzo, justo en momentos en que el equipo nacional necesita buenos resultados para no ahondar la racha de resultados negativos.

En conversación con Radio Cooperativa, el gerente de selecciones, Rodrigo Robles, explicó las motivaciones y contratiempos que llevaron a encontrar a Cuba, República Dominicana y Bolivia como los próximos rivales de la Roja, descartando que el foco sea conseguir sin sobresalto el segundo triunfo y contando de la era Berizzo.

“Es multifactorial. Entre lo real y lo factible se presentan varias situaciones que ya algo se ha comentado, pero básicamente conversando con Eduardo la prioridad tenía que ver con la posibilidad de jugar en Chile. La fecha FIFA es del 12 al 20 y la primera posibilidad que tuvimos fue Bolivia en Santa Cruz de la Sierra, pero con la idea que el primer partido fuera en Chile. Y después, las ligas en Europa empiezan a terminar, incluso la última el 4 de junio, y entre el 4 de junio y el 15 ó 16 iba a pasar mucho tiempo con jugadores de vacaciones y otros que terminan contrato en sus países de origen, vimos la posibilidad de agregar un tercer partido y no habría problemas que quedara fuera de la fecha FIFA. Por ejemplo la liga belga donde juega Nayel Mehssatou ya terminó”, explicó Robles.

En casa, el recuerdo con Bielsa y factor Concacaf

El gerente de selecciones agrega: “entonces el cuerpo técnico nos comentó la necesidad de traer los jugadores lo antes posible a entrenar y tenerlos muchas sesiones de entrenamiento para consolidar la idea y reconectarse con el hincha en regiones. Él recuerda mucho su experiencia con Bielsa y cuando se llenaba el estadio Nacional, un jugador adicional como la hinchada de la Roja”.

“Cuando empezamos a buscar opciones de partidos te encuentras una serie de restricciones, los rivales sudamericanos que están próximos a enfrentarnos están descartados, muchos están con planes de ir a jugar a Estados Unidos y nosotros ya hicimos una gira importante a Europa y Asia. Tuvimos invitación formal de Estados Unidos y tratamos de ir a jugar a Estados Unidos contra México, y después los dos equipos clasificaron a las semifinales de la Nations League, contra los otros dos mejores equipos de Concacaf: Canadá y Panamá. Nos quedamos sin los cuatro mejores de Concacaf que era lo ideal. Y hay una reglamentación FIFA que impide jugar un partido en casa y otro que no supere las seis horas de vuelo, entonces se empezó a dar un escenario complejo
Del listado que venía de Concacaf para abajo los que estaban disponibles para venir a jugar a Sudamérica fueron los que encontramos. Cuba jugará contra Uruguay, por ejemplo”, complementó el directivo.

Por último, Rodrigo Robles sentencia: “¿de los disponibles éstos son lo mejores con los que se podía jugar? En parte sí, había mejores rivales que no estuvieron disponibles incluso por factores geográficos. Y sobre buscar cierta debilidad o comodidad contra los rivales, que es relativo, el cuerpo técnico precisa jugar de local y más allá del resultado son equipos que nos permiten seguir desarrollando la idea”.