Nicolás Jarry ya comienza a tomar ritmo en su objetivo de volver a codearse con los mejores tenistas del mundo, tras su sanción por doping positivo.

Recientemente, en Ecuador, fue campeón y finalista de dos torneos Challenger consecutivos por lo que se ilusiona con seguir escalando en el ranking, donde actualmente es 326°.

"Ha sido un año muy bueno. Empecé con el pie derecho en Concepción, he aprovechado cada torneo. Gané mi primer Challenger, así que estoy muy contento. Me siento bien, he estado trabajando mucho, tratando de hacer muchos cambios y siento que cada vez lo estoy controlando más, pudiendo hacerlo en el partido", dijo en Radio Cooperativa.

Sobre las decisiones que ha tenido que tomar en este proceso de retorno, señaló: "Fue clave trabajar mucho en mí, con sicólogos, entender cómo pienso, lo mejor y peor que tengo, fuera y dentro de la cancha. Ver cómo mejorar esas cosas, pude trabajar mucho, viendo qué necesitaba. Empecé con Cristóbal Saavedra (su entrenador), sentí que era un buen encaje para lo que estaba buscando".

Afirma que su objetivo a corto plazo es jugar la qualy del US Open: "Es la meta. Ojalá se pueda, tengo que seguir haciendo lo mío, buscando esas sensaciones. el nivel de tenis que mostré. Sé lo que tengo que hacer, pero la verdad es que si no llego a la qualy del US Open no me pasaría nada, no sentiría fracaso, nada, no sé cuánto me va a tomar, espero que poco, pero estoy yendo voy a la cancha a entrenar o a los partidos con la mira mucho más arriba de eso".

"Mi meta desde que la sanción empezó fue mejorar mi versión de antes. Ahora estoy mentalizado en lo que tengo que mejorar para una vez que esté arriba poder superar el ranking que tuve, ese es mi foco. A corto plazo el US Open si se puede dar, no es tan fácil por el tema de ranking, estoy en mucha desventaja, pero daré lo mejor que puedo", añadió.

Finalmente, se refirió a lo difícil que fue estar fuera del tenis competitivo: "No se puede explicar lo doloroso que fue todo lo que me pasó, no es la muerte de nadie, por suerte, pero sí es el pencazo más grande que te pueden dar. No lo he pensado, no sé si es peor que una lesión o no, pero fue muy duro tener que partir de nuevo, lo que significa en el mundo querer haber hecho trampa y a mí me afecta mucho, porque soy alguien que desde chico se ha inculcado con valores de fair play".