La segunda etapa del Dauphiné no la tuvo nada fácil en la cumbre del Col de Porte y una durísima granizada incluso puso en riesgo la integridad física de los ciclistas y el resto de los presentes. De hecho, muchos competidores debieron bajarse de su bicicleta y buscar refugio.

Según comentaron en Europa los granizos cayeron como una feroz lluvia de proyectiles naturales que casi alcanzaron el porte de una pelota de pinh-pong.

“Muchos ciclistas, incluidos nuestros muchachos, fueron golpeados por una tormenta de granizo, la peor que hemos podido vivir en nuestra vida. La escena era un caos, un caos total, con corredors corriendo para cubrirse, golpeados con fuerza por minipelotas de ping pong heladas”, comentó el equipo Israel Start Up en Twitter.

Y si las imágenes de la lluvia de granizos son impactantes por sí solas, no lo son menos las fotos de los ciclistas Tim Declerq y Maxime Chevalier, quienes mostraron cómo les quedó la espalda después de recibir las bolasde hielo.

“La ceremonia del podio se estaba celebrando cuando el techo inflable cayó al suelo. Durísimas condiciones que a buen seguro pasarán factura a más de uno en la etapa de este viernes”, sentenció Mundo Deportivo.

Así quedó la espalda de los ciclistas tras la lluvia de granizos.

Así quedó la espalda de los ciclistas tras la lluvia de granizos.