El racismo es uno de los principales problemas que afecta al fútbol en la actualidad. Cada fin de semana son más los casos en los que jugadores son víctimas de burlas racistas por su color de piel, sus rasgos o cualquier elemento distintivo que tengan.
Ante este obstáculo, uno de los jugadores que más se ha manifestado contra el racismo es Yayá Touré. El marfileño conversó conL’Equipe y reveló una dura confesión: “Mi hijo no es futbolista por culpa del racismo”.
“Soy sensible al respecto, porque es algo que me duele todo el tiempo. Mi hijo quiere jugar al fútbol y quiere convertirse en futbolista, pero le dije: ‘No, no puedes hacer eso’.Tengo que aceptarlo y me negué a dejarlo jugar al fúbol. ¿Por qué? Por estas cosas“, agregó.
El africano prosiguió en sus palabras asegurando que esto “va a seguir. Solo tienes que entenderlo. Hace tres meses estuve en una conferencia y había algunas personas de la federación en Italia que acaban de hablar de ello. Hablé con ellos yde qué hacer a veces con Lukaku o con algunos de los jugadores a los que no les gusta”.
“Creo que se puede hacer mejor, pero tienes que enseñarles. Se trata solo de los seguidores.La gente les dice que tienen que ser educados, pero es diferente. No es integración; se trata de algo diferente“, refrendó.
Finalmente, Touré fue claro en su postura para derribar este problema: “Para combatirlo, al jugador no le importaría trabajar con la FIFA y la UEFA. Los jugadores deberían ser libres para poder expresarse libremente. Definitivamente, quiero trabajar con ellos”.