Jack Wilshere arrancó de forma meteórica su carrera, llegando a ser titular en el Arsenal antes de los veinte años y jugando el Mundial de Brasil con Inglaterra.

Hoy, a sus 29 años, su realidad es increíblemente distinta, pues después de su última experiencia en el Bournemouth no logra encontrar un club que esté interesado en sus servicios.

En el podcast Under The Surface. Wilshere aseguró que los equipos no confían en él debido a sus recurrentes lesiones en el pasado y llamó a los entrenadores a no ser "vagos" e informarse sobre su real situación.

"No he tenido ninguna lesión desde antes del encierro y la última no fue grave. He seguido entrenando todos los días. Cuando estaba en el Bournemouth estuve disponible para jugar todos los partidos, así que siento que es una respuesta bastante vaga, porque puedo jugar", señaló el ex West Ham.

Luego, casi suplicando, pidió: "Denme una oportunidad. Déjenme probarles que estoy en forma".

"Es frustrante y te rompe el espíritu. Sobre todo cuando sabes que estás entrenando todos los días, pero no hay mucho que puedas hacer al respecto. Tienes que seguir corriendo y entrenando, pero es difícil y pesado. Sobre todo cuando te dan ese tipo de respuestas", añadió.

Wilshere reconoce que ha dudado si seguir luchando: "Al final te preguntas a ti mismo si debes esforzarte todos los días. No obstante, sigo esperando a que me llegue esa oportunidad".

Dice que no sabe cómo explicárselo a su hijo: "Tengo un hijo de 10 años que está loco por el fútbol, le encanta, y ve las noticias en Sky Sports News. Entiende el fútbol, pero es muy complicado contárselo. Es difícil explicarle qué está pasando. Siempre me pregunta si ya tengo club o si alguien me quiere, y le respondo... que no. Creo que eso es todo lo que puedo decirle. Tengo que ser honesto con él".

Finalmente, confesó que tiene un trato con su esposa: "Le pedí que me avisase cuando fuese suficiente, que dejaría de entrenar por mi mi cuenta y tal vez intente otra cosa".