Este miércoles se vivió una jornada polémica en el Dens Park, durante el partido que el St. Johntone le ganó al Dundee como visita por la Copa de la Liga de Escocia.

Los goles de Shaun Rooney y Alistair Crawford que sellaron el 2-0 a favor de los forasteros pasaron a un segundo plano, debido a una insólita acción del delantero del Dundee, Leigh Griffits.

El futbolista cedido desde el Celtic vio que una bengala encendida caía en el campo y decidió enviarla de vuelta con una patada hacia la hinchada rival.

Según Sky Sports ningún aficionado salió herido, pero la Scottish Football Association (SFA) ya está estudiando el caso para aplicar posibles sanciones contra el jugador escocés.

Pero lo peor es que la policía está investigando lo sucedido, aunque aún no hay denuncias contra el futbolista. "No hubo heridos y no se han presentado denuncias a la Policía en este momento. Las investigaciones sobre el asunto están en curso", señaló un portavoz de la policía.

Este jueves Griffiths se disculpó: "Fue lamentable que el pirotécnico terminara en la grada porque mi intención era simplemente sacarlo del campo".

"Habiendo perdido un gol, estaba ansioso por reiniciar el partido lo más rápido posible y me gustaría disculparme por cualquier malestar causado por esta acción", añadió.