Este jueves se jugó uno de los partidos más esperados del calendario del fútbol femenino. Inglaterra, campeonas de la Eurocopa y Brasil, ganadoras de la Copa América se enfrentaron por primera vez en la Finalissima en el estadio Wembley ante 83.132 espectadores. Las inglesas reinaron en casa y se quedaron con la Copa.

Todo era una fiesta en el mítico estadio inglés. Las entradas se habían agotado a inicios de marzo, por lo que se esperaba un tremenda muestra de fútbol de parte de dos selecciones sumamente fuertes a la hora de competir en términos internacionales. Además, ambos combinados se preparan para disputar el Mundial en julio.

El partido comenzó con una demostración del poderío de las leonas que abrieron la cuenta a los 23 minutos con un golazo de Toone después de la intentona de Lucy Bronze. La tónica del encuentro no cambió mucho, pues se notó el dominio de las europeas y el equipo de Pia Sundhage no encontraba la fórmula.

Brasil tuvo que esperar hasta el segundo tiempo donde la entrenadora sueca realizó cambios de jugadoras y también de la disposición táctica y con esos elementos, las sudamericanas se fueron con todo a buscar la igualdad. A los 90+3' Andressa fue la encargada de igualar el marcador y de darle vida a las brasileñas para disputar los penales. 

Inglaterra y Brasil durante la tanda de penales | Foto: Getty Images

Inglaterra y Brasil durante la tanda de penales | Foto: Getty Images

Todos los ojos estaban sobre la mejor arquera del mundo, Mary Earps, y también con la excelente portera brasileña, Leticia. Una vez comenzada la tanda desde los doce pasos Georgia Stanway y Adriana anotaron para cada uno de sus equipos, en la segunda tanda erraron Ella Toone y Tamires.

Ya en la tercera pasada de los penales, Rachel Daly anotó un golazo y la figura Rafaelle, se lo perdió. En la cuarta tanda Alex Greenwood convirtió para Inglaterra y Kerolin hizo lo propio para Brasil. Sin embargo, todo estaba en los pies de Chloe Kelly quien anotó y le dio el triunfo al equipo de Sarina Wiegman.