Uno de los entrenadores más exitosos de los últimas décadas en Colo Colo es Gustavo Benítez. Entre 1995 y 1998, y con más de un 65% de rendimiento, el paraguayo consiguió tres coronas además de llevar a la semifinal de la Copa Libertadores al Cacique en 1997 cayendo por penales ante Cruzeiro. Algo impensado hoy. 

Por lo mismo, Arturo Salah confió en él para sacarlo del retiro tras un tormentoso final de ciclo de Omar Labruna, pero las cosas no se dieron y, emocionado, dio un paso al costado tras ser borrado de la Copa Chile por San Luis de Quillota. 

Lo que no se sabía fue lo que tuvo que sufrir Yiyo en su segundo paso por el Monumental, algo que reveló Lucas Domínguez en diálogo con RedGol.

“Primer semestre a la basura y el segundo semestre llegó el profe Gustavo Benitez e hicimos pre temporada. Ese fue el mejor momento en Colo Colo, porque tuvimos cierta normalidad. Sin embargo el rendimiento no fue bueno, el equipo tenía una visión deportiva un poco defensiva y los resultados no acompañaron tampoco. Yo jugué casi todos los partidos y no lo hacía tan mal. Tuve buenos partidos y momento”, comentó el defensor. 

Fue en medio de todo eso cuando Fabián Benítez, de buenas campañas en el fútbol chileno, se despachó una frase que quedó grabada al manifestar que jugaba “con miedo”. 

Gustavo Benítez lideró uno de los Colo Colo más exitosos y más plagado de figuras de, quizás, su historia.

Gustavo Benítez lideró uno de los Colo Colo más exitosos y más plagado de figuras de, quizás, su historia.

Para Lucas Domínguez, tenía un porqué. “Fue complicado eso de Fabián Benitez. No es que lo sacaron de contexto, él dijo esto, no es que tenía miedo de jugar en Colo Colo, pero en un momento la presión era súper fuerte. Hubo jugadores que les fue súper bien después, que no querían salir a jugar al segundo tiempo o se ponían a llorar de impotencia de que les tiraran monedas o tantas hue*s”, reveló. 

“Cada fin de semana después de los partidos conversamos y a veces uno ya no le encuentra explicación a lo que está pasando. Entrenamos bien, con mucha posesión, pero luego en los partidos entramos con miedo, con la presión que hay y no podemos hacer buenos partidos” - Fabián Benítez el 30 de septiembre de 2013 en conferencia de prensa. Su carrera fue en picada y se retiró. Hoy maneja algunos jugadores en Paraguay.

Asimismo, contó que “nuestra misma gente se portó mal con nosotros. Hubo un par de partidos donde llegaron tirándonos cosas a la banca, era un búnker para nosotros. Nos tiraban de todo. Hubo un momento que era así (…) Una vez estaba el profe Benitez en la banca y le tiraron un jamón palta, pero venía con un mordisco. Estaba completo casi, entonces imagínate la rabia que tenía el huevón que lo tiró. Al profe le quedó palta en la espalda. Ahora es chistoso, pero en ese momento era difícil. A veces había que estar una hora o dos hora en el camarín para esperar que la gente se fuera porque nos estaban esperando”. 

“No sé si entiendes a lo que iba con el miedo, era mucha presión para jugar. Había algunos que les daba lo mismo, yo era uno de ellos y sabía que no te iban a matar o que si eres sumamente cuidadoso no te iban a romper el auto, pero sabía que era importante. Había algunos que sí sentían presión. Yo siento que Fabián se equivocó en la palabra. Uno no puede tener miedo por jugar a la pelota. Yo conozco al Fabi y él no tenía miedo al jugar. Era un luchador y iba para adelante”, abundó. 

Para rematar, expresó que “nosotros no podíamos ir a almorzar a una parte porque la gente molestaba. Mi familia dejó de ir al estadio porque las puteadas eran muchas en ese año”. 

Finalmente, Benítez dio un paso al costado y asumió su ayudante, Héctor Tapia, quien encontró un punto de inflexión con un sufrido triunfo 3-2 ante Universidad de Chile en Pedrero con postrero gol de Felipe Flores

“Sobre el final se descomprime un poco el ambiente. Ese partido con la U el estadio estaba lleno y por fin pude vivir la experiencia de Colo Colo de forma real, porque hubo un momento donde había que pelear con la gente y el rival, era súper pesado. Además los medios nos daban todas las semanas, la gente nos tiraba cosas, rompieron muchos autos ese año, nos rompieron el bus. Recién con la U nos destapamos y salvamos algo. Ahí recién tuvimos alegría”, concluyó Domínguez.