Cecilia Bolocco fue la invitada estelar del programa De Tú a Tú este jueves, momento en el que habló del duro proceso de cómo se enteró y cuál fue el proceso que vivió con el diagnóstico de su hijo Máximo, quien sobrevivió a un tumor cerebral.
La ex Miss Universo explicó que su hijo le venía diciendo hace un tiempo en las mañanas que le dolía mucho su cabeza. Ella pensaba que lo decía porque no quería ir al colegio ya que había sido un año emocionalmente difícil para él, ya que había caído en una profunda depresión producto de los episodios que tuvo con su familia transandina, y que además, al volver del colegio, volvía perfecto sin quejarse.
El día que se enteró estaba en una sesión de fotos. Luego de que Máximo vomitara por dolores de cabeza, lo mandó a la clínica con el chofer para que lo examinaran. Cuando estaba cambiándose para la segunda tenida llegó corriendo la periodista del equipo para decirle que la estaban llamando de urgencia. Era el neurólogo para decirle que el scanner de Máximo no había salido bien, para decirle, “tiene un tumor cerebral”.
Cuando Cecilia llegó a la clínica estaban trasladando a su hijo a la UTI, “yo vi a Máximo muy asustado y eso inmediatamente me hizo tomar una postura de ‘aquí no pasa nada y lo que esté sucediendo lo vamos a resolver'”.
“Finalmente llegó el día de la operación y esas ocho horas, desde que lo dejé en el pabellón, yo te diría que han sido las ocho horas más largas de mi vida. Solo recuerdo que recé ocho horas de rodillas y pedí que lo acompañaran, que lo cuidaran, que se hiciera todo con una mano divina y gracias a Dios todo salió bien”, confesó.
Tras la exitosa operación, Cecilia sabía que había algo más. Una semana después el doctor habló con ella para informarle que el tumor era cancerígeno, “yo no sabía que yo tenía tanta fuerza, la verdad, tengo que admitir. Porque hice las preguntas más duras. La verdad es que hice todas las preguntas (…) Cada respuesta era más dramática que la otra. Cada respuesta era peor que la otra y cuando terminé de hacer las preguntas dije, ‘me dan un segundo por favor’, es como que exploté en llanto“.
Cuando se fueron para la casa, recuerda que mientras Máximo se puso a ver televisión, ella salió, “y recuerdo de haber empezado a llorar como no lo había hecho nunca en mi vida. Una oscuridad tan profunda era la que me empezó a invadir. Puro miedo, pura angustia y recordé lo que me decía la doctora: ‘dos años, le quedan dos años'”.
Según asegura, Bolocco reflexionó para no desperdiciar ningún otro segundo con su hijo y no recuerda haber llorado de nuevo. Le dijeron que Máximo, después de un año o un año y medio de tratamiento iba a tener graves secuelas: problemas cognitivos, problemas motrices, que perdiera parte de la visión, la audición, problemas de crecimiento y problemas cardíacos, hepáticos y renales.
“Máximo fue tratado con esta máquina de protones y no tiene ninguna sola secuela”, explica la diseñadora sobre el tratamiento tecnológico que utilizaron en su hijo para luchar contra el cáncer.
“Esa noche en la playa cuando lloré, lloré y lloré, sentí que me fui yo creo que esa noche, esa Cecilia que habitaba en mí, que tú conociste, desapareció. Y fue naciendo y ha ido creciendo esta nueva Cecilia que me ha enseñado a ser feliz”, postuló Bolocco.
Y a ello añadió que “fue un proceso muy lindo. Yo agradezco a Dios que esa Cecilia murió esa noche y pudo reconocer el valor de cada instante, presente y supe gozarlo. Porque la tentación de dejarse llevar por ese dolor y por esa angustia te puede robar lo más valioso que tú tienes, que es el goce de quien tu amas“.
Cecilia Bolocco, a propósito de sus experiencias, actualmente dirige la Fundación Nuestro Hijos, que trata a niños con cáncer.
“El Ministerio de Salud me ha apoyado desde el día uno, y estamos ya trabajando con el código Fonasa para que todos los niños que requieran de esta tecnología (de protones) en nuestro país, cuando tengamos el centro de operaciones, lo hagan gratis”, puntualizó.