Álvaro Ballero fue uno de los múltiples famosos chilenos que comentaron los resultados de las elecciones presidenciales, pero su reflexión tuvo que ver particularmente con una situación doméstica que presenció cuando su hija comentó los momentos cruciales de la jornada. La que posteriormente fue fuertemente criticada como un supuesto “adoctrinamiento”.
Por medio de las historias de su Instagram, el ganador de Protagonistas de la Fama se lanzó a exponer la elocuencia de su primogénita.
“Mi hija de 11 años, Milla, estaba muy molesta porque no entendía cómo alguien que no apoya la educación gratuita de calidad y las personas LGTB+ ganó las votaciones… Y nosotros casi no hablamos de política en casa”, postuló Ballero.
Al mismo tiempo, Álvaro admitió que “hij@s entienden la inequidad pero no en su esencia, eso lo harán de grandes, pero claro que entienden que a los papás les cuesta pagar el colegio, y no encuentran justo que existan niños que se priven de una buena educación por no haber nacido en una familia dinerada. Y no, eso no es política, es empatía”.
Ballero entonces procedió ampliar el contexto en que se gestó la opinión de su pequeña: “en casa siempre hemos conversado que hay familias conformadas por dos mamás o dos papás, nunca ha sido tema. Por lo mismo, no entiende que se discrimine a los gays o por cualquier condición distinta a un ser humano”.
“Así es mi Milla, una niña inteligente conectada y que empatiza, pero no es ‘adoctrinamiento’. Es solo una niña bacán que es consciente del mundo donde vive. Hasta vegana quiere ser porque no le gusta el maltrato animal. Ama reciclar. Es un ser superior”, remató.
Álvaro Ballero: ¿Cómo reaccionó ante las críticas el ex Protagonista de la Fama?
Todo apunta a que tras esos mensajes, los mensajes internos dirigidos hace Ballero le hicieron arder la bandeja de entrada. Poco después de sus publicaciones, el ahora asalariado de Canal 13 salió a defenderse de las críticas que le llegaron.
Sin exponer exactamente lo que le dijeron, Álvaro comentó que “siento detallarlo, pero me cuestionaron mi publicación casi como si estaba adoctrinando a mi hija de 11 años”.
“Yo a su edad quería ser presidente, por ende ese liderazgo y análisis crítico quizá es genético, pero yo era bien facho”.
“Mi Milla es como yo, pero con empatía. A mí la empatía me llegó, pero como a los 35… más vale tarde que nunca. Aún me cuesta, y mucho, ponerme en los zapatos del otro. Lo bueno es que estas nuevas generaciones lo hacen por default”, sentenció categórico.