Tras ser aprobada en las comisiones de Trabajo y Hacienda, el proyecto de ley de Reforma de Pensiones pasó a la Sala de la Cámara de Diputados. Esta sería la última etapa de su primer trámite constitucional, para luego pasar al Senado.
Esta miércoles será la votación que definirá al futuro de la iniciativa en el Congreso, puesto que los diputados votarán a favor o en contra de la propuesta. ¿Qué pasa si los parlamentarios la rechazan?
¿Qué pasa si rechazan la Reforma de Pensiones?
Si esta jornada los diputados rechazan la propuesta de la Reforma de Pensiones, su tramitación no continuará y no podrá volver a presentarse hasta dentro de un año, es decir enero de 2025.
Sin embargo, como se trata de una iniciativa del Presidente, éste podrá solicitar que el Mensaje pase al Senado. En la Cámara Alta requerirá de la aprobación de 2/3 de sus miembros presentes. Y de aprobarse por ese quórum, regresará a la Cámara de Diputados, donde solo podrá volver a ser desechada con el voto de los 2/3 de sus miembros presentes.
¿Qué pasa si aprueba la Reforma de Pensiones?
En caso de que la Reforma Previsional se apruebe este miércoles en la Cámara de Diputados, quedará lista para ser despachada al Senado y comenzar su segundo trámite Constitucional. Allí, también será discutida en comisiones e igualmente se deberá votar en general y particular.
Se cree que la Reforma Previsional comenzará su tramitación en el Senado recién en marzo, el regreso del receso legislativo que se lleva a cabo durante febrero.
¿Qué propone la Reforma de Pensiones?
La Reforma Previsional, iniciativa del Gobierno, busca el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones, mejor conocidas como AFP.
Esto ocurrirá gracias a la implementación de un sistema mixto que incluye gestores de inversión privados y una alternativa pública, siendo las personas quienes podrán optar por alguna de estas alternativas.
Los gestores de pensiones tendrán el rol de inversión de los fondos de pensiones de los afiliados, para aumentar su rentabilidad y por aquello cobrarán una comisión. Competirán directamente con la alternativa pública que se llamará Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA), que tendrá el mismo objetivo de gestionar los fondos para generar rentabilidad.
Por otro lado, habrá un Administrador de Pensiones Autónomo (IPS reforzado) que tendrá la función de servicio de atención para los afiliados, recaudación de cotizaciones, cartolas, pagos de pensiones y cobranza. Estas funciones las cumplen hoy en día las AFP, pero como estas dejarán de existir si se aprueba la reforma, el Administrador de Pensiones Autónomo suplirá ese rol.
Cabe destacar que las AFP se podrán convertir en gestores de inversión privado si lo desean, pero deberán cumplir ciertos requisitos.