El Caso Convenios aparece cada día con nuevas sorpresas y hoy es el turno de Karina Oliva. Todo se resume a informes policiales enviados a la Fiscalía Sur, los cuales concluyen que la excandidata a gobernadora regional por Santiago utilizó la Fundación Chile Movilizado como “fachada” para defraudar al Estado.
Esta no es la primera vez que Oliva se ve envuelta en este tipo de controversias. En 2021, en medio de su candidatura, se dio a conocer que siete de los asesores de su campaña, incluyendo a su expareja y presidente de Comunes, Jorge Ramírez Flores, recibieron montos de dinero superiores a los de los otros candidatos en esa elección.
Los antecedentes de la nueva controversia de Karina Oliva
Según reportó La Tercera, las pericias demuestran que la Fundación Chile Movilizado realizó informes idénticos de un estudio que se encargó a la encuestadora Criteria. Por tanto, el Servel reembolsó $120 millones por servicios ideológicamente falsos. Dicho dinero fue girado desde la cuenta usada para la campaña en dinero en efectivo y su destino todavía se desconoce.
Adicionalmente, varios boleteros vinculados a Oliva aseguran que nunca realizaron las actividades declaradas ante el Servel.
La investigación permitió descubrir, igualmente, que Martín Miranda además de actuar como administrador electoral de Comunes y Oliva, era jefe de finanzas de la ONG en paralelo.
Testigos del caso remarcan que, pese a que Karina Oliva aseguró que se desmarcó de todo lo relacionado con los recursos de la campaña, ella era la que administraba todo.
Pero eso no es todo, porque la investigación no solo se está centrando en las irregularidades de los montos del Servel, sino que también da cuenta de costos injustificables por desayunos y directorios fantasmas, con personas que nunca cumplieron los cargos que salen en papel.
De momento, la Fiscalía Sur espera los últimos informes de la investigación para levantar una formalización por fraude de subvenciones.