El Banco Central (BC) nuevamente subió la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 75 puntos base, con lo cual se ubicó en el 9,75%, el mayor nivel en 24 años. El emisor, además, informó que se prevén nuevas alzas a futuro.
Según el comunicado del BC, la decisión de aumentar nuevamente la TPM se debe al incierto panorama económico mundial, que ha provocado niveles de inflación inusuales.
“La inflación mundial ha continuado subiendo y los bancos centrales han seguido aumentando las tasas de referencia, o señalizando un alza más rápida ante la mayor persistencia inflacionaria. Destaca la Reserva Federal de Estados Unidos, que sorprendió con un incremento mayor al esperado y ha comunicado que las alzas continuarán hasta lograr controlar la inflación. Las condiciones financieras se han estrechado tanto para economías desarrolladas como emergentes, resaltando las caídas en las bolsas y una apreciación global del dólar”, señala el emisor.
Por otra parte, “los precios de las materias primas han descendido más que lo esperado, en parte importante por los temores respecto de una recesión mundial. Resalta la caída de los precios de los alimentos, donde también se han sumado algunas noticias favorables desde el lado de la oferta. El cobre ha tenido una baja significativa, ubicándose en torno a US$3,3 la libra al momento de esta Reunión (algo más de -20% desde la última Reunión)”.
“De todos modos, la invasión de Rusia a Ucrania continúa siendo un foco de riesgo para el escenario externo, manteniendo la presión sobre los precios de algunas materias primas, especialmente alimentos y energía. En suma, el escenario internacional se ha deteriorado respecto lo previsto en el IPoM de junio”, resalta el comunicado del Banco Central.
En cuanto al mercado financiero local, se evidencia un desempeño en línea con las tendencias mundiales, con un IPSA que acumula pérdidas, una moneda que se deprecia con fuerza y un crédito bancario que registra un dinamismo débil, ante las condiciones de financiamiento.
Por el lado de la actividad económica, “ha continuado con un paulatino retroceso”, mientras que en el mercado laboral, “el crecimiento del empleo ha continuado ralentizándose y las vacantes siguen disminuyendo. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos”.
Con todo esto, “la inflación total ha seguido aumentando y alcanzó 12,5% anual en junio”.
“El escenario macroeconómico presenta riesgos elevados. El deterioro de las condiciones financieras globales ha sido más rápido e intenso que lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global. En medio de una elevada incertidumbre interna, esto ha llevado a una fuerte depreciación del peso”, destaca el BC.
Todo esto tendrá como repercusión que en el corto plazo “estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas”.
“El Consejo estima que serán necesarias nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años. Su magnitud dependerá de las implicancias de la evolución del escenario para el logro de la meta de inflación, situación que será analizada en el IPoM de septiembre”.