El loco es una de las especies más características de la extensa costa chilena. Un tipo de molusco endémicodel Pacifico suroriental, permanentemente amenazado por su captura indiscriminada, que vive en roqueríos y aguas poco profundas. Y que con mayonesa o salsa verde se convierte en un placer de dioses. Pero esa no es su única virtud.

Estudios avanzados han detectado que el loco, concholepas concholepas según su nombre científico, posee proteínas que tienen la capacidad de crear anticuerpos que permiten combatir algunos tipos de cáncer. Y se cree que el gastrópodo esconde otros usos para la industria farmacéutica, por lo que es objeto de estudio.

Todos atributos que tienen a esta especie entre los cinco finalistas del concurso que premia al Molusco Internacional del Año, y que organiza elCentro LOEWE para la Genómica Traslacional de la Biodiversidad, con sede de Frankfurt, encargado de analizar y secuenciar el genoma de la flora y fauna del planeta.

Los interesados en que el loco sea investigado a fondo por los expertos alemanes pueden participar de la votación abierta que realiza el instituto en su sitio web oficialy finaliza el próximo domingo 19 de marzo. ¡Hay que apurarse!

“El loco es un depredador”

Pero el loco chileno no tendrá fácil la elección, ya que se enfrenta a cuatro contendientes de altísimo nivel: el nudibranquio de cuernos gruesos, la ostra gigante de aguas profundas, el caracol burbuja ondulado y la babosa leopardo, todos con propiedades que merecen ser revisadas con atención por esos científicos.

¿Qué posibilidades tiene de triunfo nuestro loco? El biólogo Darío Moreira, experto del Departamento de Gestión Agraria del Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad de Santiago, cree que una buena razón es el papel que cumple en el ecosistema. “Es un depredador en el mar”, explica.

“Su rol es clave, porque es un depredador tope en los ecosistemas marinos litorales, es decir, es capaz de regular los procesos ecosistémicos porque controla a las otras especias y modula las condiciones ambientales”, sentencia el experto.

Otra buena razón para hacer click en favor del loco, y que el molusco más querido de las costas chilenas pueda encontrar nuevos motivos que lo pongan por encima de las especies con las que cohabita el mar.