“Demonios internos”. Con esa frase la estadounidense Simone Biles explicó su ausencia de la final por equipos en la gimnasia de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero la estrella iba a volver.
Tras descansar y privilegiar su salud mental la campeona está de regreso, y lo hizo con una gran sonrisa, porque volvió a lo grande en la viga de equilibrio.
Cuando fue anunciada en el gimnasio olímpico de Tokio, el recinto “se vino abajo” todos los presentes, de las distintas delegaciones, se unieron para aplaudir con rabia a Biles, que regresaba para hacer lo que más ama.
La rutina de la norteamericana fue notable, mostrando su gran destreza, pero lo mejor de todo estuvo en el final, porque cuando dejó la viga de equilibrio y dio por finalizado su paso, lo hizo con una gran sonrisa, para decir que está de retorno.
Los jueces le otorgaron un puntaje de 14.00, lo que le alcanzó para quedarse con la medalla de bronce, porque las chinas Guan Chenchen y Tang Xijing, se quedaron con el oro y la plata con 14.633 y 14.233, respectivamente.
Simones Biles venció a sus demonios, volvió al gimnasio Ariake y se va con una medalla de bronce, quizá la más importante en su gloriosa carrera.