La Policía Civil de Brasil investiga la muerte de Carol Oliveira, una joven futbolista brasiñeña de 22 años, que falleció el pasado domingo 8 de diciembre tras caer desde un edificio en Balneário Camboriú, en la Costa Norte de Santa Catarina.
El trágico accidente ocurrió alrededor de las 22:00 horas, cuando la joven estaba grabando un video en el helipuerto del edificio Império do Sol, ubicado en la Avenida Atlântica, frente a Praia Central.
Un trágico accidente mientras grababa un video
Según el hermano de la víctima, que estaba con ella en ese momento, Carol estaba grabando videos en el helipuerto del edificio cuando perdió el equilibrio y cayó.
En el momento del accidente, él fue quien grabó el video que muestra a su hermana tropezando antes de caer. La Guardia Municipal de la ciudad aseguró que, aunque se trató de un accidente, el video confirma cómo la joven pierde el equilibrio en un momento de distracción.
Una caída desde gran altura
El Cuerpo de Bomberos Militares informó que la joven cayó desde una altura aproximada de 25 pisos. Cuando los bomberos llegaron al lugar, lamentablemente ya no había signos vitales.
En cuanto a las razones por las que Carol estaba en el helipuerto del edificio, no se han proporcionado detalles, solo se sabe que estaba grabando un video en ese momento.
Investigación abierta por la Policía Civil
La Policía Civil abrió una investigación para esclarecer los detalles del accidente. Las autoridades escucharán a los testigos en los próximos días y se realizará un examen en el lugar del suceso.
Se sabe que al menos el hermano de la joven estaba presente en el momento de la caída, pero la policía aún no ha confirmado cuántas personas estaban en el helipuerto en ese momento.
Una pasión por el deporte
Carol Oliveira fue identificada como una deportista apasionada por el fútbol. Participó en un proyecto de fútbol sala y fútbol en Itapema, ciudad vecina a Balneário Camboriú, y trabajó como monitora de deportistas en el municipio. También jugó como delantera en fútbol y como pivote en fútbol sala.
Su entrenadora, Angélica Solidade, la describió como una persona amable y llena de vida.
“Tenía muchos amigos y agradaba a todo el mundo. Nunca viste a nadie decir ‘Carol es aburrida, no me gusta’. Dondequiera que fuera, agradaba a todo el mundo, incluyendo a los niños que cuidaba en el autobús, los jóvenes y los deportistas mayores”, recordó Solidade.