El primer partido de Cristiano Ronaldo como capitán del Manchester United desde 2008 fue amargado por Wolverhampton, que en la jornada 21 de la Premier League propinó un duro golpe en Old Trafford al imponerse 1-0 en un partido en el que ganaron con justicia e incluso pudo ser con un marcador más amplio.
En el primer tiempo, los visitantes hicieron figura a David de Gea, que tuvo su primera gran intervención en un remate de Rubén Neves desde afuera del área que tenía toda la pinta de gol pero una excelente mano por parte del portero español permitió que las acciones siguieran igualadas a cero.
Para la segunda mitad, los Diablos Rojos lograron despertar un poco y tuvieron la más clara en pies de Bruno Fernandes, quien dentro del áre tenía todo servido para mandarla a guardar pero su potente disparo terminó en el palo. Parecía que los de casa iban a tomar la batuta del duelo pero no fue así.
En el minuto 82, los Wolves encontraron un merecido premio luego de una jugada por la derecha por parte de Adama Traoré, quien centró y su intento fue rechazado pero el rebote cayó en pies de Joao Moutinho, quien con mucha sutileza le pegó desde afuera del área y la pegó al lado del palo depositarle en el fondo de la red.
El gol del portugués fue suficiente para que Wolverhampton sumara tres puntos de oro e hizo que Manchester United desperdiciara una gran ocasión de meterse en la pelea por los puestos de Champions League y se queda con 31, a cuatro del Arsenal que se encuentra en la cuarta posición.