El arribo de Javier Castrilli en la Comisión de Árbitros de Chile no pasó desapercibido en su país, donde causó más de una sorpresa su irrupción en el país para liderar cambios en el referato.

Por lo mismo, algunos periodistas de Argentina han cuestionado su contratación teniendo en cuenta el estilo que tiene el ex juez a la hora de dar órdenes en la cancha de fútbol.

“Hace tiempo que Castrilli estaba alejado de la dirección arbitral. Tiene un estilo muy definido. Cuando uno contrata a Menotti sabe cómo van a jugar sus equipos. Cuando uno contrata a Bilardo también sabe cómo van a jugar o su filosofía. En el caso de Castrilli, es una persona absolutamente intransigente, reglamentarista y que buscará un estilo de arbitraje que será a fondo, para el lado que él entiende que es el arbitraje bien concebido. Castrilli es blanco o negro. Él te va decir que defiende el reglamento, el estilo que tiene deja de lado la interpretación el espíritu del reglamento, despierta adhesiones y mucha resistencia”, comenta Juan José Buscalia en diálogo con Redgol.

El polémico ex árbitro argentino es el llamado a cambiar el estilo del referato chileno

Por otro lado, Walter Safarian también puso la alerta sobre el estilo que tiene el polémico árbitro y por dónde puede llevar al referato chileno bajo sus órdenes.

“Me sorprendió la noticia, porque él era parte de un programa de televisión. Después él no tiene muchos antecedentes como instructor o como responsable de los árbitros. Marcó una tendencia, una época, en cuanto al arbitraje en Argentina. Lo raro es que en Argentina hay arbitraje que son malísimos en el último tiempo, y tres de los árbitros más importantes que dirigieron en Argentina, que son Castrilli, Baldasi que ahora es asesor en Ecuador y Elizondo en Paraguay, están liderando”, destaca.

Eso sí, en lo particular, Safarian asegura que el estilo siempre trajo distintas opiniones por el actuar del nuevo jefe de los árbitros chilenos.

“Castrilli dividía aguas por su manera de dirigir, el que estaba a favor y el que estaba en contra. Son gustos, en esa época tenía con Lamolina una puja que era la rigidez de Castrilli con el siga siga de Lamolina. Son formas y estilos. Él se dedicó también a la política, fue secretario de seguridad, y estuvo alejado del arbitraje”, finaliza.