No solo del presente vive el jugador o el entrenador de fútbol. Así también pasa con el técnico de Universidad de Chile, el colombiano Santiago Escobar, quien en una entrevista con La Magia Azul reveló algunas anécdotas de su carrera.

Las príncipales ocurrieron cuando era futbolista, defendiendo la camiseta del Atlético Nacional en sus primeros clásicos de la ciudad ante Independiente, donde asegura que todo se revolucionaba.

"Como futbolista viví el clásico Nacional vs. Medellín en mi ciudad, un clásico donde se jugaba un domingo y desde el lunes, del primer día de la semana, la ciudad estaba pintana verde y blanco, banderas por todos lados, con un promedio de 45 a 50 mil personas por partidos. El recorrdio del hotel al estadio era una cosa extraordinaria por parte hinchada. Te hacia sentir que estabas de local. Me tocó vivirlo de jugador, asistente y entrenador jugando clásicos contra Indpendiente Medellín, esa alegría cuando ganabas y pasar a la tristeza cuando se perdía, pero era un sentimiento extraordinario. Acá me están haciendo sentir eso nuevamente. El hincha de la U es pasional, con mucho cariño, que espera mucho y Dios quiera que podamo corresponder", comentó Escobar.

El grato recuerdo de los Escobar jugando en cancha

El grato recuerdo de los Escobar jugando en cancha

Eso no es todo, porque dentro de sus recuerdos futboleros también guarda con nostalgia los enfrentamientos con su fallecido hermano Andrés.

"De jugador, partidos Nacional vs. Millonarios, jugar contra mi antiguo club , enfrentarme contra mi hermano Andrés. También en el América tener el clásico contra de mi hermano y de mi club. Son partidos que no se me olvidan", detalla Escobar.

Eso sí, Sachi, como lo apodan, también tiene una experiencia donde tuvo que ponerse al arco en un clásico que iban arriba en el marcador, pero donde no contaban con portero suplente.

El técnico intenta traspasar toda su experiencia a sus dirigidos. Foto: U. de Chile.

El técnico intenta traspasar toda su experiencia a sus dirigidos. Foto: U. de Chile.

"El del año 1985 jugaba en el Nacional contra América. El técnico era Maño Ruiz, donde  expulsan al portero y el entrenador no llevo arquero suplente, todos los jugadores eran de campo y iba el minuto 50  cuando lo expulsan", recuerda. 

"Nadie se quería colocar losguantes y yo asumí. Fui al arco, ibamos ganando 2-0. En el primer tiempo convetí el gol más bonito de mi carrera deportiva, donde era volante mixto, pero hice un gol de unos 25 metros por una volea al portero de América que era Julio César Falcioni.
 Lastima que el partido terminó 2-2, me hicieron dos goles en 40 minutos que fueron eternos. No veía la hora que terminara el partido", finaliza.