"¿El dolor? Pues quiero que me pongan en este pasatiempo". La lírica de Tiro de Gracia le cae como anillo al dedo a los jugadores de Universidad de Chile después de la derrota en el Superclásico ante Colo Colo, una caída esperable y un golpe duro para el camarín azul, pero no un nocaut. Por eso, en la adversidad de Talca se asomaron algunos brotes verdes.

El técnico Diego López no habló del descenso ni de fantasmas. Asume que Colo Colo es el mejor de la competencia y que la delicada situación en la tabla no tiene que ver con ese revés, si no que con los resultados anteriores: "Encontramos un equipo fuerte. La tabla no miente. Hay que mirar la tabla siempre, ser consciente de dónde estamos".

Por eso, había que levantarse rápido y el técnico recurrió a sus lugartenientes. El capitán Felipe Seymour, que no "vende humo". El lesionado Luis Casanova y el suspendido Álvaro Brun se sumaron al abrazo colectivo. Ronnie Fernández habla fuerte, pero los años de circo le dan el aplomo necesario. Incluso Bastián Tapia apretó tuercas al interior, criticado afuera por su actuación y la impotente entrada contra Juan Martín Lucero.

Es que la realidad azul, más allá de la supuesta orfandad directiva, se refugió en las cuatro paredes del vestuario. En eso, López articula una crítica con franqueza pero con esperanza. "Uno se da cuenta de que tenemos jugadores jóvenes que no tienen experiencia, pero eso se va haciendo en el camino. Esto es bueno para los jóvenes", sentenció ayer el uruguayo.

Universidad de Chile tiene un duro calendario para las fechas finales del Campeonato Nacional. Foto: Guille Salazar

Universidad de Chile tiene un duro calendario para las fechas finales del Campeonato Nacional. Foto: Guille Salazar

Los que escucharon las palabras del DT como una crítica excesiva, no coinciden con la interna: "Este equipo tiene equipo tiene todo para salir adelante. Tenemos que estar todos juntos. Nos da lástima por la gente que nos acompañó. Queríamos un triunfo y no pudimos, pedimos disculpas. Queremos salir adelante, por nosotros y la gente, que lo merece".

El resultado de esa imberbe mística se verá en lo venidero, con un calendario muy complejo que huele a ultimátum. La U visitará a Unión Española y a Curicó Unido, y luego recibirá a Universidad Católica, quizás finalmente con plantel completo (volverían Nery Domínguez y Casanova), pero sobre todo, con la decisión y la fuerza forjada en la miseria.

El delicado calendario en la lucha por no descender
 

Más allá de la expectativa, en Universidad de Chile no pasan por alto que están a tres puntos de la zona de descenso directo y que el colista, Coquimbo Unido, tendrá nuevo entrenador. La racha de partidos es desafiante y pondrá a prueba cuánto puede hacer el trabajo de Diego López en lo futbolístico y lo mental.

Después de la UC vendrán Coquimbo, Palestino, Audax, Everton y Cobresal en Santiago, además de las visitas a Deportes La Serena y Huachipato. Un panorama complejo, pero abordable para un equipo juramentado en revertir la fatídica historia que cuentan afuera de su golpeado camarín.