Universidad Católica comenzó con el pie izquierdo la ida de los octavos de final de Copa Libertadores, doblegándose por la cuenta mínima ante Palmeiras en San Carlos de Apoquindo, en un duelo que estuvo marcado por un polémico cobro arbitral.
La franja comenzó el partido mostrándose dominante y con mayor control de balón, sin embargo, todo se derrumbo cuando el árbitro uruguayo Andrés Matonte cobró una supuesta mano de Germán Lanaro en el área, decretando la pena máxima pese a haber revisado la dudosa jugada en el VAR.
Raphael Veiga no falló y puso el 1-0 para el Verdao, resultado que a la postre sería definitivo, y deja a los brasileños con gran ventaja para la revancha que se jugará la próxima semana en el Allianz Parque.
Pese a la gran polémica y el más que dudoso penal, en la UC no desesperan, y así lo demostró el propio Lanaro una vez finalizado el duelo en la precordillera.
"Hicimos un gran partido ante un gran rival. No regalamos nada, fuimos un equipo competitivo y eso nos deja conformes", explicó el zaguero.
El defensor se expresó con tranquilidad y confianza pese al resultado, destacando al buen partido que jugó la UC. "Demostramos que este es el camino".
"Nosotros habíamos quedado afuera de otro torneo (Copa Chile) hace algunos días, pero este tipo de competiciones, como la Copa Libertadores, te dan un plus", añadió el jugador.
Pese al duro golpe recibido este miércoles, los cruzados deberán lavar sus heridas y reagruparse rápidamente, ya que la revancha de los octavos ante el Verdao en Brasil está a la vuelta de la esquina.
"Obviamente que la vuelta será difícil, pero de esta forma se puede, tenemos las armas para hacerle daño a Palmeiras”, cerró Lanaro.
Universidad Católica y Palmeiras jugarán revancha de la ronda de dieciséis mejores y el ansiado paso a cuartos de final de Copa Libertadores el próximo miércoles 21 de julio a las 18:15 horas, en el Allianz Parque de Brasil.
