Evitar comer carne en Viernes Santo es una práctica que se ha repetido en demasía por la comunidad católica, quienes practican la fe cristiana.

Sin embargo, con el paso de los años esto ha sido normalizado no solo por ellos, sino que también por otras culturas o simplemente entre las familias que no se sienten ligadas a ellas.

Conoce a continuación si es posible comer pollo y otras carnes blancas en este Viernes Santo y cuál es la principal razón de no comer carne.

Semana Santa: ¿Se puede comer pollo y otras carnes blancas el Viernes Santo?

Aunque no existe una ley que te impida comer carnes blancas y pollo en Viernes Santo, la Iglesia aconseja la abstinencia de este tipo de alimentos.

Quienes celebran esta festividad reemplazan las carnes rojas por carnes blancas como pescado o mariscos.

Quienes celebran esta festividad reemplazan las carnes rojas por carnes blancas como pescado o mariscos.

En Viernes Santo se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús. Es por esta razón que con el paso de los siglos, surgió el mandato de no comer carne para unificar a todos los fieles y evitar cometer pecado.

En cambio, lo que se suele recomendar es consumir otro tipo de alimentos como el pescado.

¿Por qué no se puede comer carne en Semana Santa?

Según la creencia, la carne simboliza el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Además, en la antigüedad, la carne se consideraba un alimento de lujo reservado para grandes celebraciones, mientras que el pescado era más accesible para personas de contextos socioeconómicos bajos.

Se comenta que quienes no cumplan con esto y decidan comer carne es el significado de no vivir la Semana Santa como corresponde y suele ser considerado una falta de respeto.

¿Por qué se come pescado en Semana Santa?

La tradición de comer pescado durante la Semana Santa tiene raíces religiosas y culturales en varias partes del mundo, especialmente en países de tradición católica. La práctica de abstenerse de carne roja durante la Cuaresma, el período de 40 días que precede a la Pascua, se remonta a siglos atrás en la Iglesia Católica.

El pescado se considera una alternativa adecuada durante la Cuaresma y particularmente en el Viernes Santo, ya que no se considera carne roja y, por lo tanto, puede ser consumido sin romper las reglas de abstinencia.