España logró su primer y, hasta ahora, único Mundial en Sudáfrica 2010, gracias a una generación de futbolistas lujosísima que ganó cuanta cosa le pusieron por delante y que tuvo su gran golpe cuatro años más tarde cuando Chile los limpió en Brasil 2014 en aquella inolvidable tarde del Maracaná.
Pero al Mundial que ganaron llegaron como amplios favoritos y cayeron en el grupo con la Roja, Suiza y Honduras de Reinaldo Rueda. La Furia debutó con los helvéticos y se llevaron tremenda sorpresa al perder por 0-1.
Cesar Fábregas, parte de ese plantel, recordó el hecho en diálogo con Marca. “Fue muy duro. Obviamente nos ayudó mucho la piña (grupo) que éramos. El gran grupo humano que había ahí. No solo nosotros con el staff, pero creo que también también con los periodistas y con la afición. Había cierta preocupación, pero a la vez existía confianza de que ese grupo podía sacar eso adelante. Recuerdo noches y entrenamientos duros porque a pesar de que teníamos confianza de que podíamos hacerlo bien y remontar la situación, ese partido contra Suiza hizo mucho daño”, manifestó.
El tema es que después venía el rebelde equipo de Marcelo Bielsa y lo sabían. Además, una derrota los dejaba afuera con las miradas del mundo encima, lo que generó una tensión que, según Fábregas, no ha visto nunca más.
“La verdad es que estamos muy acostumbrados a ganar a partir de esa Eurocopa. Fueron dos años muy buenos, clasificación para el Mundial incluida. Tras el partido ante Suiza vivimos días de mucha tensión porque sabíamos que el segundo partido era asequible, pero a la vez cuando ves que has perdido, cada partido empieza a ser una final”, relató.
“En el partido de Chile es dónde yo he notado más tensión. No se si miedo, pero sí más tensión en un bus camino al estadio. No se escuchaba ni una mosca. Fueron momentos de un poco de nerviosismo porque sabíamos que un pequeño fallo, tal como es el fútbol, una expulsión, un gol en propia puerta… una tontería te puede mandar a casa. Hubiera sido una desilusión para todo el país sin duda”, abundó.
Pero España ganó 1-2. Gol de David Villa a los 24’, aumentó Andrés Iniesta a los 37’ y se fue expulsado casi al mismo tiempo Marco Estrada. Chile batalló y encontró descuento a los 47’ con Rodrigo Millar, pero no alcanzó.
“Yo creo que a partir de ahí empezó nuestro Mundial, jugando como sabíamos. Si que es verdad que al final todos los partidos los acabamos ganando 1-0, pero hubo momentos, menos el partido de Paraguay, que fuimos bastante superiores, pero sufrimos. El partido de Portugal si que fue un poco igualado. Pero estábamos bastante seguros. La entrada de Fernando Llorente cambió un poco el partido y la dinámica del juego. Ellos tampoco se lo esperaban”, concluyó Fábregas.
De todas formas, lo que pasaría cuatro años más tarde tampoco se olvida…