En la previa del partido entre la selección chilena y Brasil de este jueves por las Eliminatorias a Qatar 2022, el portero del Scratch, Éverson, se emocionó hasta las lágrimas en conferencia de prensa.

El arquero del Atlético Mineiro, donde es compañero de Eduardo Vargas, celebró su primera convocatoria a la selección de su país y recordó sus inicios con su padre.

"Hablar de mi padre me conmueve. Quería ser arquero viendo a mi padre, que era arquero en la llanura aluvial. Siempre atrapaba el balón para él en los partidos y en los descansos iba a la portería. Mi padre no lo hacía. Incluso tenía un guante y me seguía pateando. Hoy estoy seguro que estoy cumpliendo el sueño de mi vida, de mi carrera futbolística", señaló.

Luego, expresó: "Y ciertamente le estoy dando mucho orgullo a mi papá y a mi mamá, quienes siempre me acompañaron también. Pero mi padre es mi mayor ídolo del fútbol aunque no era un atleta profesional. Estoy muy feliz de que su hijo, que era un recogepelotas, se convirtiera en el portero de la selección brasileña en las Eliminatorias". 

 

Éverson en el Atlético Mineiro (Getty)

Éverson en el Atlético Mineiro (Getty)

Consultado sobre qué le diría a un Éverson niño, afirmó: "Yo diría que lo hizo. Consiguió el sueño de su vida, el sueño de su carrera. Pasó por muchas dificultades con su familia, era un nuevo padre, pero hoy está aquí haciendo realidad un sueño. No solo para Éverson, sino para cualquier niño que tenga un sueño: soñar no está prohibido, no es imposible. Búscalo siempre, lucha contra él. Porque si luchas por él, definitivamente lo estarás haciendo".

También tuvo palabras para sus entrenadores: "Desde la categoría juvenil que me he ido desarrollando. Después de trabajar con Sampaoli en Santos, pude mejorar mucho más esta faceta de jugar con los pies, encontrar al hombre libre y ayudar en la construcción ofensiva. He ido aprendiendo mucho y todavía estoy aprendiendo".

"Yo estaba radicado en San Pablo, donde tenía al referente de la época, Rogério Ceni, un portero que supo jugar con los pies. En la base del San Pablo pude aprender durante seis años a tener esta cualidad. En los equipos en los he estado, siempre he tratado de mantener esta calidad de jugar con los pies, que es de suma importancia en el fútbol moderno, dentro y fuera de Brasil, incluso en la selección nacional. Es una metodología de trabajo de grandes entrenadores. Creo que eso también me ha ayudado a venir a la selección", finalizó el arquero de 31 años.