Dígalo con todas sus letras. Joaquín Niemann es uno de los golfistas de mayor proyección en el mundo y lo refrenda su meteórica carrera que este domingo sumó su segunda victoria en el circuito del PGA, con el título del Genesis Invitational en Los Angeles, Estados Unidos.
El mejor exponente criollo se quedó con la corona después de una estrecha definición con Cameron Young y Collin Morikawa. Cerró con un histórico registro de -19, récord para la cancha, marcado por un impresionante eagle en el hoyo once que terminó inclinando a sus competidores.
Ni siquiera Morikawa, que de ganar el torneo se hubiera convertido en el nuevo número 1 del mundo, pudo amagar la jornada iluminada de Joaco, que alternó buenas y malas pero afirmó el pulso en el hoyo 18 ante la atención de todos y se llevó la victoria.
Con 23 años, Niemann se convierte en el ganador más joven de la historia del Riviera Golf Club y deja atrás un historial de tres segundos lugares en la temporada anterior, que le impidieron refrendar la corona de 2019 en el Greenbrier Classic.
Para enmarcar más el logro del talagantino, fue nada menos que la mayor figura de la historia del golf mundial, Tiger Woods, quien en su calidad de anfitrión le entregó el trofeo que acredita a Niemann como campeón de este torneo.
Además, Joaco se hace acreedor de un impresionante premio de 2,16 millones de dólares, superior a cualquier cheque que consiguiera el mismo Woods en su carrera, y en la única cancha donde el norteamericano jugó más de diez veces y nunca pudo ganar.
