Ousmane Dembélé se resigna. Una nueva lesión sufrida el pasado 4 de febrero lo tiene fuera de las canchas y sabe que ya se perdió el resto de la temporada con el Barcelona y la Eurocopa.

En Francia lamentan su baja y tratan de comprender por qué el campeón del mundo no logra afirmarse en La Liga, teniendo en cuenta que la realidad en la Bundesliga cuando defendía al Borussia Dortmund era distinta.

Así, L’Équipe publicó una extensa nota en la que responsabiliza al Barcelona de las constantes lesiones del delantero galo.

“Desde su llegada, la curva de su higiene personal cruza con al de la salud. La primera, desde hace mucho tiempo imperfecta, no cesa de mejorar mientras que la segunda está en caída libre. Desde entonces, hay que encontrar otros argumentos al de las partidas nocturnas de Playstation para explicar las múltiples e reincidentes graves lesiones musculares en sus piernas”, publican.

Agregan que “desde su entorno, describen al jugador como positivo, motivado y más determinado que nunca a triunfar en el Barcelona. En Alemania no ven una razón objetiva a que el jugador se lesione más en España que en el Ruhr, donde jugaba partidos con la intensidad propia de la Bundesliga. En BVB, Dembélé era muy próximo a Tuchel, quien le hablaba mucho sobre su recuperación”.

Incluso, su cocinero personal, Anthony, cuenta que el atacante eliminó las bebidas gaseosas y mejoró considerablemente su alimentación.

“En su casa no hay ninguna bebida preparada, no hay ni soda: Solo hay cosas frescas y sana. Ousmane es muy fuerte en el fútbol y pensaba que con esto era suficiente. Pero ha crecido y lo comprende. Hoy come dorada, lubina, pollo y muchas legumbres. Es duro ver todo este trabajo y esta mala suerte con las lesiones porque toma mucho cuidado de sí mismo. Es un chico casero, calmado, nunca ha hecho una fiesta en casa. Le he impuesto horas de las comidas porque él me lo pidió. Hoy hay un planning en casa, todo escrito, todo profesional”, cuenta Anthony.

Tras este punto, L’Équipe lanza su tesis contra el club culé: “el perfil fisiológico de Dembélé, combinado con la manera de entrenar en el Barcelona, es uno de los factores claves. Explosivo y rápido, exige a su musculación como un sprinter. Mientras los entrenamientos en el Barcelona no le preparan para estos esfuerzos ni en la prevención de las eventuales lesiones. Reclamaron al club catalán los datos del GPS del jugador. El resultado es que un 90% de las carreras que hace son al sprint mientras que en un entrenamiento son al 20%. No hay concordancia entre la exigencia en los partidos y los entrenamientos. Además, también hay que tener en cuenta los parámetros atléticos de los jugadores. Hay culturas de club que no corresponden a las necesidades de los jugadores”.

Sentencian que “según fuentes del club, Frenkie De Jong ha tomado un entrenador personal algunas semanas después de su llegada cuando se dio cuenta de que la carga de trabajo en los entrenamientos no correspondía a su experiencia en el Ajax”.