Este miércoles el Eintracht Frankfurt se proclamó campeón de la Europa League tras derrotar en la tanda de penales al Rangers de Escocia en la final jugada en el Sánchez Pizjuán de Sevilla.
Pero no fue fácil para los alemanes, especialmente para el capitán Sebastian Rode, quien recibió una durísima patada en la cabeza en los primeros minutos.
El jugador de 31 años quedó tirado en el suelo sangrando, por lo que tuvo que ser asistido y terminó jugando todo el partido con una venda en la cabeza.
Lo increíble es que el árbitro esloveno Slavko Vincic ni siquiera le mostró cartulina amarilla al agresor, el inglés John Lundstram, quien fue demasiado arriba con la pierna.
Lo cierto es que Rode terminó levantando el trofeo de campeón y olvidó rápidamente el dolor que le causó el jugador rival. Luego, en una foto que subió a Twitter, mostró cómo le quedó el tajo en la cabeza.
Arriba de la imagen con los siete puntos de sutura, escribió: "Lo principal es conseguirlo. Todo lo demás no importa".
La herida de Rode hizo recordar a la que sufrió Gary Medel en abril de este año cuando saltó a cabecear frente a Zlatan Ibrahimovic en la Serie A de Italia.
En esa ocasión el defensa del Bologna también subió una imagen a su Instagram en la que escribió: "Bonito tatuaje".
