El Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo se ha convertido en un equipo que en los últimos minutos siempre tiene algo que decir, algo que reafirmaron en la serie de octavos de final de la Europa League frente al Eintracht Frankfurt cuando estaban ya a punto de quedar eliminados.
Segundos restaban para que se cumpliera el tiempo reglamentario con los del Ingeniero teniendo un pie y medio afuera de la competición continental hasta que apareció uno de los futbolistas que más se ha acostumbrado a obrar milagros increíbles en una temporada inolvidable para el equipo, Borja Iglesias.
Fue en un jugada por la banda izquierda que parecía terminar en nada pero el lateral de ese sector Aitor Ruibal que logró ganar pegado a la raya para darle una nueva vida a la acción. Pudo dársela al creativo Nabil Fekir, quien ganó unos metros para lanzar un preciso centro por bajo al corazón del área.
En zona de definición apareció el Panda, quien sacó a relucir toda su capacidad goleadora para dar el toque preciso para desviar la pelota que venía a una gran velocidad para terminarla metiendo en el fondo del arco que defiende Kevin Trapp y callando por completo el estadio de los alemanes.
Borja Iglesias, quien ingresó al minuto 78 en un movimiento de Manuel Pellegrini, es todo un talismán para el Real Betis pues también marcó el tanto agónico ante Rayo Vallecano que evitó la prórroga y clasificar a la final de la Copa del Rey con el que se desató la locura en el Benito Villamarín.
