La arquera Alice Pignagnoli denunció en sus redes sociales el trató que recibió de parte del club al que pertenecía desde que reveló que estaba esperando a su segundo hijo. Y es que el Lucchese, equipo italiano que pertenece a la Serie C, decidió excluir del plantel a la jugadora y además, dejó de pagar su salario.

“Han sido meses muy difíciles. Estar lejos del campo es, para mí, siempre un duelo en toda regla. Entonces, en contra de mis expectativas, encontrarme con un club hostil como el Lucchese, que me perjudicaba como mujer, madre y deportista, me creó una herida profunda. Me sentía sola, inútil, incapaz, un juguete viejo que había que tirar”, escribió la portera nacida al norte de Italia.

Pignagnoli de 34 años, le comunicó al club a mediados de octubre que estaba embarazada y la reacción de ellos fue inmediata: “El entrenador y las jugadoras fueron fantásticos, pero el club me dijo que ya no me pagarían a pesar de lo que estaba escrito en el contrato. Poco a poco me empezaron a excluir del equipo”, señaló en una entrevista con Reppubblica.

“Primero me pidieron que devolviera el material deportivo a pesar de mi contrato hasta final de temporada, luego que liberara mi lugar para dormir y me echaron del equipo sin decir una palabra. Si realmente era necesario excluirme, y no entiendo por qué, al menos podrían decir algo, ya que jugué dos meses para ellos y cumplí con mi parte”.

Una actitud totalmente opuesta a la que vivió con su primer embarazo. Cuando militaba en el Cesena, de Serie B. “Acababa de llegar allí hace dos meses. Descubrí que estaba embarazada. El club me trató como a un ser humano, me dijeron que para ellos yo era una jugadora importante y que si quería podía quedarme cerca del equipo”, comentó.

El contrato de la ex jugadora del Milan termina el próximo 30 de junio y no puede rescindirse antes, puesto que la norma que permitía la interrupción del vínculo de una atleta embarzada, se eliminó. El Lucchese debería hacerse cargo del sueldo de Pignagnoli hasta enero, y a partir de ese mes, asume la responsabilidad la Federación Italiana de Fútbol a través del fondo de maternidad.

¿Qué dice la FIFA?

En noviembre de 2020, el ente rector del fútbol a nivel mundial anunció una serie de medidas con el objetivo de proteger los derechos laborales de las jugadoras que están embarazadas o que deseen ser madres. Dispuso que los clubes están obligados a garantizar 14 semanas de baja remunerada a las jugadoras que hayan quedado embarazadas y también facilitar su reincorporación tras el parto.

En el pre y post natal (baja de maternidad obligatoria) durante 14 semanas se mantendrá al menos dos tercios del sueldo establecido en el contrato de la jugadora. Una vez que pueda reincorporarse, el club deberá facilitar la reintegración y ofrecerle apoyo médico y físico. Además, las futbolistas tendrán el derecho de amamantar a sus bebés y/o extraerse leche. Los clubes no podrán despedir a una futbolista por quedar embarazada ni incluir cláusulas “antiembarazo” ens us contratos.