En Colo Colo todavía está latente la polémica por el funeral de Carlos Díaz, conocido en la Garra Blanca como el Guatón Carlos, donde el lunes su cortejo fúnebre se metió al estadio Monumental, donde sus más cercanos le habían preparado una despedida en el sector Arica del recinto.

En una escena que dio la vuelta al mundo, los hinchas estuvieron varios minutos con el ataud del ex barrista, donde Colo Colo denunció el hecho por las amenazas que recibieron los guardias de seguridad del recinto, para poder ingresar.

Algo que es una versión opusta a lo que describió Ítalo Santelices, el chofer de la carroza perteneciente e la funeraria San Martín, quien en conversación con Las Últimas Noticias detalló cómo sucedieron los hechos.

"Nosotros estamos acostumbrados a lidiar con estos funerales de alto riesgo. No es el primero que hacemos. Llevamos muchos que, por casos fortuitos, nos aparecen. Cuando nos dirigimos al estadio todo iba tranquilo. Obviamente, como todo funeral, tocaban las bocinas", comezó su relato.

"Los hinchas no forzaron la puerta del estadio. Recién había entrado un auto y el guardia abrió nomas, lo que es lógico porque estaba resguardando su integridad física. Yo escuché que ellos iban a abrir el portón igual, sí o sí. El guardia estaba solo y, frente a tanta gente no le quedó otra que abrir", detalló.

Los hinchas haciendo la despedida del Guatón Carlos. Foto: Cedida.

Los hinchas haciendo la despedida del Guatón Carlos. Foto: Cedida.

La situación se puede ver en un video que circula en redes sociales, donde se ve el momento en que el guardia abre el portón y comienzan a entrar los vehículos al Monumental.

"A nosotros no nos habían obligado a nada, hasta que llegamos arriba. Los hinchas, no la familia, quisieron abrir el vehículo. Yo subí los vidrios y puse los seguros para que no sacaran la urna,  pero uno de los jóvenes me abrió la puerta y tuvimos  que bajar de la carroza para que ellos retiraran la urna. En esos momentos, hablé con la familia para que se hicieran responsables", destacó Santelices.

Según el funcionario de la funeraria, estuvieron pendientes en todo momento por lo que sucedía, además con el temor que no pasara nada grave con la urna ni con los restos del fallecido hincha.

"Estuvieron entre 25 a 28 minutos cantando. Al salir estaba Carabineros, que aplicó el protocolo de alto riesgo. Comenzaron a sacar los vehículos de a uno. Nosotros pasamos como en tercer lugar y nos revisaron la carroza, me pidieron los documentos y luego me escoltaron hasta el domicilio del fallecido. No vi lo que pasó después", explicó.

Pese a todo, asegura que él con su compañero no fueron amenazados en ningún momento, pero que entendía que había mucha adrenalina en la gente que acompañaba al cortejo fúnebre.

"No tuve miedo, porque nunca nos intimidaron con arma blanca o pistolas, aunque estaba alterados. Solo sentó nerviosismo y la adrenalina. Con mi compañero no estábamos preparados para esto, porque nadie nos avisó que se trataba de un funeral de este tipo. En todo caso, esta gente no se mete con la muerte porque la respetan", finalizó.