Pocos futbolistas chilenos han tenido la oportunidad de compartir junto a estrellas mundiales del deporte. Pablo Contreras fue uno de ellos, viviendo los primeros años de una de las más grandes figuras de nuestros tiempos: Cristiano Ronaldo.

El defensor y el delantero portugués fueron compañeros en el Sporting de Lisboa en la temporada 2002/03, donde forjaron no solo buena onda dentro de la cancha, sino también fuera de ella.

En conversación con LUN, Contreras recordó sus años junto a CR7, con quien forjó una amistad que se mantiene hasta el día de hoy. "Era la temporada 2002/03 y comparto en Portugal con Joao pinto, Pedro Barbosa, Sá Pinto y dos chicos que venían emergiendo: Ricardo Quaresma, de 18 años; y Cristiano Ronaldo, de 17".

"Hicimos lazos porque ambos teníamos a Jorge Mendes como representante y todos los lunes teníamos asados en su casa con piscina. Compartía mucho con Cristiano, con Quaresma, con Rodrigo Tello. Yo tenía 23 años. Esa temporada fue grandiosa", agregó.

Contreras fue uno de los que apadrinó a Cristiano, al punto de llevarlo a las prácticas. "Imagínate que yo lo pasaba a buscar en auto, porque él tenía un Mercedes, pero por edad no podía manejarlo. Y nos íbamos conversando. Cristiano me hacía llegar una hora antes para entrenarse solo. Me decía que iba a ser el mejor jugador del mundo y tras la práctica seguía entrenando una hora más".

Cuando sus caminos se separaron, el defensor chileno pensaba que no se volverían a encontrar, pero no fue así. El año 2015, en España, el propio CR7 lo invitó a ver un partido del Real Madrid y hasta le firmó una camiseta a su hijo.

"'¿En serio, Cristiano?', le dije. 'Sí, déjame tu número' y lo anotó en un papel. Nos fuimos y le dije a mi hijo: 'Filho (porque nació allá), lo más probable es que no me llame'. A las tres de la tarde me llama para decirme que a alas nueve de la noche estaban las entradas en tal puerta, que me estarían esperando sus amigos para ir al palco", lanzó.

Finalmente, Contreras reveló por qué el luso le tiene tanto cariño. Todo ocurrió cuando su técnico, Laszlo Boloni, retó al equipo por no ganar en cuatro partidos, pero solo hablaba francés. Esto lo obligaba a tener un traductor, pero que no hacía la pega como debía.

"Me molesté y le dije que no me gustaba su actitud, porque nadie quería perder y marqué un precedente. De hecho, en el palco, el 2015, Cristiano le dijo a mi hijo: “Tu papá tenía un carácter tremendo con 23 años”. Nunca se lo había contado a mi hijo. Yo creo que eso fue lo que marcó a Cristiano, por algo lo recordó después de 13 años", sentenció.