Es prácticamente inevitable encontrarse con la nueva aventura de Chris Hemsworth, “Misión De Rescate”, que tras su estreno no tardó en encabezar las tendencias y brillar como flamante sugerencia de Netflix. Aquí, un experimentado soldado convertido en mercenario debe rescatar de una peligrosa ciudad al hijo de un narcotraficante indio secuestrado por el bando rival.

La película no es mucho más que eso: una línea directa al caos y la violencia, en un hiperkinético recorrido que tiende a remecer la velocidad en que se narran las cosas en el género de la acción que viene desde Estados Unidos.

Chris Hemsworthse enfrenta aRandeep Hooda en “Misión de Rescate”.

Es que la mayor virtud de la entrega es cómo lucen las alucinantes escenas de enfrentamientos, persecuciones, combates cuerpo a cuerpo y pirotecnia que adornan una historia más bien simple y que no busca sobre exigir al cerebro, más allá de echarlo a remojar en adrenalina salpicada por la sangre de unos cuantos adversarios.

La influencia que tienen los directores de “Avengers: Endgame”, Joe y Anthony Russo, es evidente al contar una historia emanada de un cómic de su autoría y al ser productores ejecutivos. Ellos le heredan la forma delicada de filmar la acción a Sam Hargrave, director de dobles de acción en la película de Marvel que comanda esta entrega, para que tome tal técnica y la lleve más allá del siguiente nivel. Algo que por cierto tiene que ver con adentrarse en la forma en que se filman este tipo de producciones en la industria asiática.

“Tyler Rake” (Chris Hemsworth) y “Ovi” (Rudhraksh Jaiswal) intentan escapar en un momento de “Misión de Rescate”.

La cámara se pasea de manera imposible por los rincones en que silban balazos, se pulverizan vidrios y resuenan golpes. Siendo su punto más grandioso lo que parece ser un interminable plano secuencia en el que danza a través de una impresionante persecución en la decadencia polvorienta, calurosa y putrefacta del paisaje que sirve como escenario para la ficción.

Ante tal ejercicio visual es inevitable recordar el trabajo de Gareth Evans en la saga “The Raid” o las desafiantes formas de “The Villaness”, de Jung Byung-Gil, que han marcado el género recientemente con sus múltiples hazañas en el trabajo de fotografía que alimenta el entusiasmo por lo que se ve.

Sam Hargravedirige a Chris Hemsworth en “Misión de Rescate.

Eso sí, a la película sin duda le falta la contundencia narrativa de cosas como “Mission Impossible: Fall Out”, de Christopher McQuarrie, donde se equilibra la acción con una atractiva trama de espionaje, y por eso se parece más a “The Night Comes For Us” cuyo desarrollo es mucho más sencillo y visceral: su anhelo es encontrar situaciones que lleven a nuevos los escenarios de enfrentamiento; porque cuando lo de Hemsworth intenta darle un peso emotivo al asunto, termina siendo más bien la tragedia de un tren descarrilado que regala lagrimones que se sienten más forzados que sinceros y reacciones más bien predecibles antes que sorprendentes. La sustancia entonces se desvanece y lo único que uno quiere es la próxima agitación para llegar a la conclusión.

Sólo por su intensidad y el esmero en su potencial visual, “Extraction” merece ser vista. Pero es inevitable reconocer carencias en el viaje a la hora amarrar dramáticamente su espíritu explosivo.