Con la llegada de septiembre, Chile se prepara para un evento que afecta la rutina diaria de millones de personas: el cambio de hora.

Este ajuste en los relojes no solo implica una modificación en los horarios de actividades laborales y escolares, sino que también tiene como objetivo aprovechar mejor la luz natural y fomentar una mayor eficiencia energética en el país.

¿Se atrasa o se adelanta el reloj?

El cambio de hora en Chile está programado para la medianoche del sábado 7 de septiembre de 2024. En ese momento, se dejará atrás el horario de invierno para dar paso al horario de verano.

Esto significa que cuando el reloj marque las 12:00 a.m. del sábado, deberás adelantarlo una hora, es decir, ajustarlo a la 1:00 a.m. del domingo 8 de septiembre.

Este ajuste será aplicable en la mayor parte del territorio nacional, con algunas excepciones:

  • La Región de Magallanes y el Territorio Chileno Antártico mantendrá el mismo huso horario actual, quedando sincronizado con el resto de la nación.
  • El cambio de hora en Rapa Nui e Isla Salas y Gómez se deberá llevar a cabo el mismo 7 de septiembre, pero a las 22:00 horas (hora local): De esta manera, los relojes de esa zona pasarán de manera directa a las 23:00 horas de ese día.

Es recomendable que las personas ajusten sus relojes antes de irse a dormir el sábado, para evitar confusiones al día siguiente.

En la mayoría de los dispositivos electrónicos, como smartphones y computadoras, el cambio de hora se realiza de forma automática. Sin embargo, es importante verificar que la opción de ajuste automático esté activada.

¿Qué implica el cambio de hora?

El cambio de hora tiene su razón de ser en la necesidad de aprovechar mejor la luz solar durante las diferentes estaciones del año. Al adelantar los relojes en septiembre, se busca que las horas de luz coincidan con los horarios de mayor actividad de la población.

Esto permite una reducción en el consumo de energía eléctrica, especialmente en la iluminación de hogares y oficinas.

En Chile, este ajuste se realiza dos veces al año:

  1. En abril, cuando se atrasa el reloj para comenzar el horario de invierno.
  2. En septiembre, cuando se adelanta el reloj para iniciar el horario de verano.

El horario de verano tiene una extensión aproximada de siete meses, mientras que el horario de invierno dura alrededor de cinco meses.