Los incendios forestales que están afectando a Australia hace varias semanas provocaron uno de los actos más duros de las últimas décadas.

Esto debido a que un grupo de francotiradores se vio en la obligación de sacrificar a más de 5.000 camellos para proteger a las comunidades indígenas que podían ser arrasadas por los animales sedientos producto de los incendios.

La medida se tomó una vez que las comunidades aborígenes de la zona alertaran que se acercaban hordas de camellos a las localidades donde habitan en busca de agua y alimentos.

El motivo principal fue por seguridad de las comunidades, ya que los animales ponían en peligro la poca comida y agua que hay en la zona, además de poner en riesgo a los conductores y la infraestructura de la zona.

Estos sacrificios fueron duramente criticados por la ONG de protección a los animales y puede entablar un precedente gravísimo para futuras catástrofes.