En plena pandemia, la presidenta de la Asociación de AFP de Chile, Alejandra Cox, provocó un escándalo mayúsculo cuando anunció que la edad de jubilación en Chile debería ser más de 65 años. “Esto va a ir aumentando lentamente a través del tiempo, cosa que una persona que hoy día tiene 25 años sepa que la probabilidad de que pueda pensionarse a los 65 años es cero, porque no tiene sentido”, sostuvo.
Y no fue todo. La economista dio varios ejemplos que provocaron indignación: “Nicanor Parra trabajó hasta los 103, Michelle Bachelet está trabajando hasta hoy, Ricardo Lagos… Humberto Maturana. Tenemos que potenciarnos como activos mientras la salud nos permita”.
Hoy, Cox vuelve a causar polémica. En una columna en El Mercurio, indicó que "la ministra del Trabajo, justificando el proyecto de reforma previsional que el Gobierno ha anunciado, sostiene que 'el sistema de AFP ya fracasó a efectos de pagar buenas pensiones… por eso necesitamos traer a Chile los sistemas mixtos'". Pero aseguró que "lo que la ministra no quiere reconocer es que Chile ya tiene un sistema mixto que combina cuentas de ahorro individual con cuentas de ahorro individual con una Pensión Garantizada Universal (PGU), financiada con impuestos generales".
La economista detalló que "el sistema de pensiones de Chile recibe buena evaluación por su sostenibilidad e integridad, pero pierde terreno en el nivel de suficiencia". "Esto significa que el sistema chileno está bien diseñado, con buenas propiedades, pero requiere ajustes y particularmente requiere cambios para aumentar los beneficios de pensión".
Cabe recordar que en noviembre del año pasado, la Superintendencia de Pensiones informó que el monto promedio de la pensión autofinanciada en Chile -a junio de 2021- era de $257.428. Los hombres recibieron, en promedio, $ 312.240, mientras que las mujeres obtuvieron un pago promedio de $ 208.328, es decir, $ 103.912 menos.

La defensa de Cox

Cox afirmó que "dada la estructura del sistema, las pensiones aumentan por la vía de mejoras al pilar solidario, algo que se implementó a principios de este año, con la introducción de la Pensión Garantizada Universal (PGU), o por la vía de cambios al pilar contributivo obligatorio, lo cual es parte de la propuesta de reforma que se anunciará en pocas semanas".
Y detalló que "la nueva PGU, con su expansión en cobertura y monto de beneficio, fortaleció la suficiencia del sistema para todos los niveles de pensiones. Los adultos de 65 años y más que cumplan con el requisito de residencia y no estén en el 10% más rico de la población califican para el beneficio", sostuvo. Asimismo, añadió que "el efecto de este nuevo pilar solidario en las pensiones es muy significativo, especialmente para los pensionados que no recibían ayuda estatal bajo el esquema anterior. Como el propio gobierno declaró con la PGU los segmentos más pobres tienen tasas de reemplazo superiores al 100%".
La presidenta de la Asociación de AFP, en el mismo escrito señaló que "el Gobierno anuncia que aumentará la cotización obligatoria en seis puntos, que esta será de cargo del empleador, y que estos aportes se sumarán a un ahorro colectivo que será manejado por un organismo estatal. Los afiliados recibirán un crédito por estos aportes, el cual se convertirá en un derecho a renta vitalicia".
Finalmente, escribió que "los detalles los veremos con la propuesta de reforma. Sin embargo, la capacidad de este mecanismo de entregar mejoras en pensiones también descansa en el cumplimiento de la obligación de contribuir. Cabe preguntarse si no es prioritario que nos encarguemos de hacer cumplir las obligaciones de los empleadores y trabajadores independientes antes de intentar darle más peso a la obligación que hoy es ignorada con tanta frecuencia".