Durante la madrugada de este martes, un apoderado que se encontraba acampando a las afueras de un colegio haciendo fila para la matrícula de su hoja fue víctima de un asalto. Las carpas y filas se repitieron en algunos establecimientos, donde apoderados se agolparon buscando algún cupo de matrícula excepcional para sus pupilos.
La situación encendió las alarmas al interior del Ministerio de Educación y el titular de la cartera, Marco Antonio Ávila, afirmó que se buscarán soluciones pertinentes para que no se repitan escenas de esa índole.
Respecto al lamentable incidente ocurrido esta madrugada, el ministro Ávila explicó que existen “establecimientos que tienen alta demanda, porque las familias valoran muchos esos establecimientos, que generan este período especial para que la gente se inscriba, si es que otra familia no opta” por el cupo.
“Esto que vemos, que es lamentable, y que yo empatizo y vamos a buscar soluciones, corresponde a un período reglamentario excepcional, donde los establecimientos ofrecen cupos para estudiantes o familias que quieren que sus hijos vayan a dichas escuelas”, detalló.
Para que hechos de dicha índole no se vuelvan a repetir, “hemos recomendado que este proceso pueda realizarse a través de un registro online, el cual se abriría a las 00:00 horas, y donde las familias podrían hacer estos trámites desde sus casas”, explicó Ávila, “pero los establecimientos no lo hacen, y abren este registro a lápiz, a la antigua, y genera que estas familias no quieran perder la oportunidad”, sostuvo el ministro.
Aunque en algunos establecimientos en específico se pueden ver largas filas, “hoy día, estamos hablando que un número importante de familias, por sobre un 70%, no está haciendo estas filas”.
El ministro defendió el sistema de admisión, a pesar que todos los años se registran situaciones de esta índole, por puntuales que sean. “El Sistema de Admisión Escolar (SAE), que lleva varios años y que puede ser perfeccionado, evitó la discrecionalidad que tenían los establecimientos para la selección de familias”.
En esa línea sostuvo que “había colegios que pedían que los padres fueran casados, o incluso había estas pruebas de admisión altamente selectiva, que lo que hacían era discriminar entre un estudiante y otro”.