Nicolás Massú inició su carrera como entrenador en la Copa Davis, llevando al equipo chileno desde la Zona Americana II hasta el Grupo Mundial. Luego tomó a la estadounidenseChristina McHale, para sumar experiencia en el circuito WTA. Pero el paso más grande lo dio en 2019, cuando se hizo cargo del austríaco Dominic Thiem, a quien ha hecho brillar bajo su tutela.

El último hito del Nico junto al europeo lo acaba de dar en Oceanía, porque el nacido enWiener Neustadt clasificó por primera vez en su historia a la final del Abierto de Australia, donde el domingo se verá las caras con el serbio Novak Djokovic.

Cuando Massú tomó a Thiem, éste venía de resultados poco alentadores, por ejemplo perdió en la segunda ronda del primer Grand Slam del año en 2019, con un juego poco claro. Era 8° del mundo.

Y con el doble campeón olímpico vino la mejor temporada en la historia de Dominator. A saber, ganó por primera vez un título de Masters 1000,luego de vencer por3-6, 6-3 y 7-5 a Roger Federer en la final de Indian Wells.

Massú celebrando en la tribuna – Getty

Luego realizó algo que pueden contar pocos, derrotó en Barcelona a Rafael Nadal, porque lo superó en semifinales, para posteriormente quedarse con el título en la Ciudad Condal.

Rafa estaría otra vez en el camino de Thiem, pero ahora fue imposible superarlo, porque el español lo venció en la final de Roland Garros, con Massú apoyando desde la tribuna al de Austria.

A fines de 2019 siguieron los buenos momentos, porque se clasificó por primera vez a la final del Masters, donde perdió con StefanosTsitsipas. En el camino al duelo decisivo, le ganó a Novak Djokovic y Roger Federer, de forma consecutiva.

Thiem tuvo por lejos la mejor campaña de su carrera con cinco títulos, lo que generó que la ATP eligiera a Massú como uno de los más destacados entrenadores de la temporada en el mundo.

Decir Massú y Thiem, es decir dupla dorada, la que va por más en el circuito mundial de tenis.