Enrique Osses, ex presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP, se refirió a la crisis que vive el referato nacional, tras la filtración de audios de Francisco Gilabert y la posterior salida de Javier Castrilli.

El ex árbitro dice que aún cree que existe una competencia limpia en Chile, pero no descarta irregularidades luego de lo ocurrido durante los útimos meses.

“Estamos frente a la peor crisis administrativa y dirigencial del arbitraje. No recuerdo otra ocasión en que los árbitros hayan decidido parar las actividades. No recuerdo que haya habido escuchas de audios, no recuerdo denuncias de presiones indebidas”, afirmó Osses en La Tercera.

“Si ha habido tantos cambios de dirigentes, de la cabeza de la Comisión de Árbitros, quiere decir que no se ha hecho un buen trabajo y la evaluación es mala”, añadió.

Luego, afirmó: “Esto nos afecta a todos los árbitros chilenos que alguna vez participamos de la competencia local. Nos quita credibilidad”.

“Por eso es tan importante que las autoridades hagan investigaciones internas o externas para que se esclarezca toda la situación”, prosiguió.

Osses fue presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP (Agencia Uno)

Sobre los despidos de Castrilli, comentó: “Habrá tenido sus razones por las que técnicamente quiso deshacerse de esos 14 árbitros. A mí me sorprendió la fecha en que fue, a mitad de torneo, y que hubiese cinco o seis árbitros internacionales en ese mismo grupo. Me pareció muy desprolijo”.

“También me pareció muy extraña y desconcertante la salida de los audios por parte de los árbitros, los medios de presión de los árbitros contra sus jefes directos, el despido de Castrilli. Ha sido una seguidilla de decisiones que no han sido bien tomadas”, indicó.

Respecto de una posible mafia en el fútbol chileno, aseveró: “No estoy en Chile hace 15 meses. Me costaría creerlo, me dolería mucho, pero no puedo descartarlo. A la luz de los hechos, ha habido situaciones totalmente anormales que se deben esclarecer. Igualmente, no existe ninguna duda de que Chile tiene una competencia limpia, creíble y transparente, y se debe velar por mantener”.

“Hay un montón de empresas que trabajan en relación a estos posibles amaños de partidos que funcionan de manera subterránea, pero no he tenido información de que el fútbol chileno haya estado en el ojo de estas empresas o de investigaciones que generen este tipo de situaciones”, finalizó.