Aunque pasó casi una década desde su partida al Barcelona, en Udinese nadie se olvida de Alexis Sánchez, el jugador que guió al equipo en 2011 a una de sus campañas históricas, con clasificación a Champions League incluida.
Por eso, la visita del Inter al estadio Friuli fue especialmente significativa para el Niño Maravilla, que recibió el apoyo del público local y se entregó a los fanáticos en su despedida de la cancha que lo vio surgir en el fútbol europeo.
Terminado el partido que el cuadro lombardo ganó por 2-0, Alexis se dirigió a la curva norte y saltó los estáticos para encontrarse cara a cara con los hinchas. Regaló selfies y le dio la mano a todo el mundo, antes de despedirse con una gran ovación.
El delantero chileno ingresó al minuto 58 y fue la clave del partido que Inter ganó con doblete de Romelu Lukaku, en la antesala de uno de los encuentros más importantes de la temporada, el Derby della Madonnina ante Milan el próximo domingo.