Con el calendario confirmado para los fichajes de las principales ligas de Europa han comenzado a surgir desconocidas historias de trueques futboleros que no resultaron como los clubes esperaban, como el caso de Alexis Sánchez, cuya partida al Manchester United debía ser a cambio de Anthony Martial, algo que nunca ocurrió obligando a Arsene Wenger a conformarse con Henrikh Mkhitaryan.

"Cuando Manchester United mostró interés por Sánchez, Wenger quería un jugador a cambio. Originalmente identificó a Anthony Martial, después de que los exploradores del club supervisaran su progreso cuando era adolescente en Francia, pero United inmediatamente descartó esa posibilidad", reveló el periodista James Olley de ESPN, agregando:

"Mkhitaryan era una opción más factible, ya que se había convertido en una figura periférica, comenzando solo 10 partidos de la Premier League esa temporada, ya que hace mucho tiempo había perdido la confianza de José Mourinho", aseguró la publicación, detallando que Wenger intentó reconstruir el autoestima del jugador:

La partida de Alexis Sánchez desde el Arsenal al Manchester United debía significar el arribo de Martial a los gunners, que finalmente debieron conformarse con Henrikh Mkhitaryan

La partida de Alexis Sánchez desde el Arsenal al Manchester United debía significar el arribo de Martial a los gunners, que finalmente debieron conformarse con Henrikh Mkhitaryan

"Un principio central de la gestión de hombres de Wenger es infundir confianza en los jugadores para expresarse, y esto parecía exactamente lo que Mkhitaryan necesitaba, su confianza en sí mismo quedó hecha pedazos por Mourinho en United. Sin embargo, cuanto más tiempo pasó en el Arsenal, más se sintió como si ese daño fuera permanente", escribió Olley.

Apenas seis meses después del fallido intento de Wenger por intercambiar a Alexis Sánchez por Anthony Martil, el estratega fue reemplazado por Unai Emery, que tampoco logró sintonizaro con Mkhitaryan, ya que el jugador encontraba que sus técnicas de entrenamiento eran "sofocantes".

 

 

El rimbombante arribo del Niño Maravilla al Manchester United resultó ser todo un hito para los chilenos, que miraban con orgullo a Sánchez tocando el piano en su presentación oficial, y aunque el canje fue visto con buenos ojos por la mayoría de los hinchas, para Arsene Wenger no fue más que una negociación terriblemente fallida.