El duelo que Barcelona le ganó a Getafe por 2-0 y en el que Arturo Vidal abrió el marcador puede marcar un punto de inflexión en la relación de los hinchas y el plantel azulgrana. Y es que hasta Sergio Busquets, uno de los más respetados del equipo, se llevó una pifiadera de la parcialidad.

Esto luego de la eliminación del Barça de la Champions League, sorpresivamente goleado en Liverpool. A casi once años de su debut con la camiseta culé, Busquets fue reprobado. Y mientras, a Arturo Vidal le caían las loas del público, que ha sabido apreciar su derroche en la cancha.

 

"El estadio se rindió a Arturo Vidal. El vigor, la testosterona, el goleador frente a Getafe. Y silbó a Sergio Busquets, que nunca en su carrera vivió algo similar en su casa. Busquets fue el enemigo en el Camp Nou. Y Arturo Vidal, el héroe. Los tiempos cambian y también las prioridades", reflexiona el diario El Mundo.

Es la consecuencia de una temporada de menos a más para el chileno, y en la que el canterano azulgrana paga los platos rotos de la indefinición de Ernesto Valverde, quien no ha querido dejar de contar con el campeón del mundo con España, ni con Iván Rakitic, otro de capa caída en la presente campaña.

Vidal ha extraído oro de cada minuto que le ha dado el técnico culé y es el mediocampista con mejores números ofensivos. No solo frente a quien pelearía el puesto con él, el brasileño Arthur, sino que también frente a los dos volantes más prestigiosos de la plantilla. El chileno tuvo la receta para sobrevivir.