Nadie habría pensado que Universidad de Chile podría echar de menos a José María Carrasco, el defensor boliviano que llegó al Chuncho a préstamo a principios de año de la mano de Luis Roggiero y el entrenador Santiago Escobar.
Junto a las salidas del gerente deportivo y Escobar, Carrasco también se fue de la U para regresar a Blooming, dando por terminado de forma anticipada la cesión con pena y sin gloria.
Si bien el rendimiento del seleccionado boliviano de 24 años estuvo lejos del esperado, en la previa del Superclásico ante Colo Colo los azules tendrían un problema menos de haber mantenido a Carrasco en el plantel considerando que, entre lesiones y suspensiones, sólo Ignacio Tapia está disponible entre las alternativas de Diego López para la dupla de defensas centrales.
Cabe recordar que, ante su bajo rendimiento, y alguna molestia del jugador por no sumar minutos, la U decidió devolverlo a Blooming, liberando además un cupo de extranjero.
Las informaciones apuntaban a que la U perdió dinero al cancelarle íntegramente su sueldo hasta fin de año como estipulaba el préstamo, sin embargo nuevos antecedentes afirman que el último acuerdo fue el pago de sólo un par de meses como compensación.
Las críticas lógicas a Universidad de Chile sostienen que debía seguir cancelando el sueldo de un jugador con el que ya no cuenta y que hoy necesita, pero como se explicó previamente, Azul Azul y Carrasco llegaron a un acuerdo "entre amigos" para terminar el vínculo.
Así las cosas, Carrasco finalmente sale de la U porque era el jugador más fácil de liberar y casi por mala suerte. Quizás de haberse concretado antes el adiós de Hernán Galíndez, el boliviano posiblemente hubiese seguido en el CDA y Diego López lo tendría disponible para el duelo ante Colo Colo.
De hecho, Álvaro Brun también fue cuestionado por rendimiento desde su llegada, pero la U lo trajo precisamente porque el volante ofrece la posibilidad de improvisar como alternativa en defensa, una zona que nuevamente cojea en el Chuncho.
