El regreso de Junior Fernandes a Universidad de Chile estuvo lejos de ser el esperado. El delantero que fue campeón con los azules en 2012 y posteriormente paseó su fútbol en Bayer Leverkusen, Dinamo de Zagreb, Alanyaspor, Ittihad Kalba y Basaksehir, es uno de los primeros jugadores tarjados para la próxima temporada de los azules.

El balance es negativo. Más allá del gol con el que la U dio vuelta el partido ante La Calera y se salvó matemáticamente del descenso en 2021, el artillero ha convivido con la banca, las lesiones y las críticas de parciales y contrarios. En especial después de que celebrara el cumpleaños de su pareja en abril y se perdiera un entrenamiento.

De ahí en más, Junior no ha sido distinto del pobre rendimiento del conjunto universitario. Por eso, en Azul Azul tienen decidido no ir por la renovación del jugador, que además es uno de los sueldos más altos del equipo. Y al mismo Junior no le complica tanto el tema: su mujer y sus dos pequeños están radicados en Croacia y evalúa regresar a los Balcanes.

Por esta razón, en Talcahuano varios interpretaron como un anuncio de despedida a los últimos gestos antes de abandonar la cancha en la goleada por 4-0 ante Huachipato. El delantero se acercó a los fanáticos azules y juntó las manos en señal de pedir perdón por la fatídica tarde del cuadro universitario en el sur.

En definitiva, el tocopillano podrá resarcirse en Copa Chile contra Unión Española o en la última fecha contra Cobresal, con la intención de extender el exiguo registro de cuarenta partidos disputados, veinte ingresando como suplente, y siete goles.