Un 18 de septiembre de 1980, la selección chilena que dirigía Luis Santibañez y que preparaba el proceso para llegar a España 1982, enfrentó en Mendoza a la selección argentina campeona del mundo comandada por Daniel Passarella y que tenía en sus filas a Diego Armando Maradona.

El partido tenía mucho de morbo por el conflicto que mantenían ambos países por el conflicto relativo al Canal de Beagle y pese al miedo que tenían ambas dictaduras, no pasó nada anormal y todo quedó en la cancha.

Argentina se puso arriba 2-0 con goles de José Daniel Valencia y Ramón Ángel Díaz. Un minuto antes de que el árbitro Claudio Aquiles mandara a los equipos a los camarines para el descanso, Osvaldo Papudo Vargas conseguiría el descuento cuando el reloj marcaba 44 minutos.

En la segunda parte vendría la obra de arte de Sandrino Castec, que luego de una habilitación de Manuel Rojas, batió a Ubaldo Matildo Fillol con una perfecta chilena que hasta el día de hoy se recuerda.

A 40 años del golazo, el Bombardero Azul contesta el teléfono de Redgol y confiesa que está "agradecido de haberle dado una alegría al país y que el país se acuerde año a año de uno de los goles más lindos de la historia de la selección y que se hizo en Argentina un 18 de septiembre. Fue un sueño hecho realidad".

Castec recuerda claramente que la prensa trasandina y hasta los mismos hinchas albicelestes quedaron impresionados con el gol de Chile.

"Los argentinos comentaban que si Maradona hubiera hecho mi gol, le hubieran construido un monumento al lado del Obelisco. Nosotros no somos tan así, ni siquiera a nivel de gobierno logramos sentir una afectividad y es lo que vivimos en Chile, pero era entendible por lo que vivía en el país", aseguró.

Agregando que "los argentinos fueron a ver a Maradona, pero terminaron aplaudiendo a Manuel Rojas".

Respecto a cómo se gestó el golazo, el ex delantero rememora que "fue un saque de portero hacia el lateral izquierdo, donde Wladimir Bigorra mete un pelotazo para Manuel Rojas que dispara a portería, Fillol da un rebote, en la cual tuve la fortuna de meterla de lleno, no te digo que quise meterla ahí, pero fue un golazo, si miras la jugada de atrás puedes ver como Fillol intenta estirarse para alcanzar la pelota".

Para el final, Castec recuerda una linda anécdota que vivieron todos después del disputado encuentro, donde tuvo a Julio Martínez como protagonista absoluto.

"Fuimos bien recibidos, cumplimos un objetivo y no hubo nada extraño, ni en las tribunas. No habían insultos, ni letreros en contra. Después fuimos a comer con los mismos jugadores argentinos y en nombre de Chile, habló don Julio Martínez, que prácticamente casi nos hace llorar. Me acuerdo que los trasandinos decían 'este es de los nuestros por su forma de hablar'", cerró.