El volante del Dundee United, Paul McGowan, utilizó una tobillera electrónica durante un partido del torneo escocés, tras recibir la condena de la justicia de su país que lo castigó tras agredir a un guardia de un club nocturno.
El volante fue condenado a utilizar la tobillera de rastreo durante dos meses y no pudo quitársela ni cuando entre al campo de juego o entrene. Tuvo que taparse el aparato con una calceta y esperar que un golpe en esa zona no le produjera un daño importante. Para peor su equipo perdió 2-1 frente al St Mirren.
McGowan ha tenido varios problemas con la justicia en los últimos años y la prensa británica reveló su prontuario, que incluye: Agresión en 2010, amenazas y agresión policíaca en abril de 2013, agresión a dos policías en diciembre de 2013 y amenazas en 2015.
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