Decir Roberto Baggio es hablar de una de las leyendas del fútbol italiano y uno de los mejores jugadores de principios de los noventa.

No todo lo que brilla es oro, y así lo demostró el divino codino al recordar las graves lesiones que tuvo en el comienzo de su carrera cuando deslumbró en el Vicenza y la Fiore. "Las lesiones fueron una pesadilla para mí. El día después de mi primera operación de rodilla le pedi a mi madre que me matara", aseguró en el marco del Festival Dello Sport.

 

En ese momento Baggio sufrió la perforación de la tibia y el uso de 200 puntos de sutura internos, según contó el mismo ex jugador.

El ex jugador de la Juventus también se refirió a su acercamiento al budismo. "Buscaba algo que me hiciera entender que todo dependía de mí. Yo antes culpaba a los demás. Yo era la víctima y los demás eran los responsables de mi sufrimiento. El budismo me ayudó a entender que todo empieza por mí", cerró.

 

 

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