Martin Smith podrá decir, con mucho orgullo, que es el segundo jugador más viejo convocado por una selección nacional de la FIFA. Increíble o no, este gasfiter de Ipswich (Inglaterra) se residenció en las hermosas Islas Vírgenes Británicas, donde vive hace cinco años.

El asunto es que de tanto jugar a nivel amateur en los torneos locales, el cuerpo técnico lo tenía visto. Pero ante la inesperada lesión de uno de sus porteros, debió recurrir de emergencia a Smith como portero suplente para los duelos contra Monserrat, Bonaire y Anguila. 

"Me pellizco a mi mismo cuando pienso en el tema", dijo Smith a la BBC. "Tenemos a un portero que juega en Inglaterra que se rompió un hombro justo antes del viaje, por lo que no pudo venir a la selección. Ahi me llamaron y me tomó como 12 segundos aceptar", dijo. 

Smith aún no debuta con la selección ubicada en el puesto 206 del mundo, una de las peores del planeta y, por lejos, la peor ubicada en el ranking FIFA dentro de la zona de los modestos en Concacaf. Pero aquello no le quita la ilusión a este gasfiter.

Aquí está esta isla con 31 mil habitantes:

"Fue todo un shock, que la policía nos escoltara al estadio, que hubiese cientos de personas en las tribunas o que amigos míos en Inglaterra vieran el partido por streaming a la espera de verme en la TV", recordó el veterano portero.

Pero aquello no fue lo más curioso. Como su nombre lo indica, las Islas Vírgenes Británicas son un protectorado británico, lo mismo que Montserrat, su último rival. "Y estábamos en la parte de los himnos, tocó el nuestro y sonó 'Dios Salve a la Reina', y luego el de ellos, y fue de nuevo 'Dios Salve a la Reina' también", dijo entre risas en la citada entrevista.

Un dato más: Smith no es el convocado más viejo en partido oficial reconocido por la FIFA. Ese lugar lo ocupa George Weah, ex delantero de Milan, Chelsea y PSG, y hoy presidente de Liberia, quien jugó un partido contra Nigeria a sus 51 años.