La muerte de Diego Maradona seguirá dejando historias por mucho tiempo. Y una de ellas la aportó un íntimo amigo del 10, Stéfano Ceci, quien mantuvo afectos con el astro por cerca de 20 años y hasta estuvo con él en su rehabilitación contra las drogas en Cuba. Incluso convivió con él en Dubái.
Pelusa lo llamaba Tano, por su nacionalidad italiana, y reveló un inquietante dato del último tiempo de Diego con vida en una entrevista con el diario La República de su país natal.
“No estaba físicamente a su lado cuando murió. Yo era el Tanito, su punto de referencia, viví junto a él hasta marzo, cuando el maldito Covid bloqueó los viajes. La última vez que lo escuché fue una semana antes de que lo operaran, por Facetime”, relató.
“Puedo decir algo con seguridad: Diego se dejó llevar. Estaba cansado de vivir. Estaba deprimido. El encierro y todas las restricciones por la pandemia le dieron el golpe final. Puede haber errores, pero me lo dijo hace un año: ‘Tanito, estoy cansado, voy con mi mamá y mi papá’”, expresó.
Doña Tota y Don Chitoro, como los llamaba el Barrilete Cósmico, fallecieron en 2011 y 2015 y es sabido que le dieron a Maradona un golpe tremendo en los años de vida que le quedaron por delante, sumiéndolo en la depresión. Varias veces se le quebró la voz y se puso a llorar al mencionarlos, como cuando asumió en Gimnasia y Esgrima de La Plata o en su última gran entrevista, en Líbero Versus de TyC Sports.
“La suya era una muerte anunciada. Diego lo decidió. Si quería algo, no había forma de contradecirlo. No se le debería haber permitido salir del hospital una semana después de haber sido operado de la cabeza, pero decir que no para los que estaban con él en esos días hubiera significado enfadarlo. Maradona era una máquina de hacer dinero”, complementó el Tano.
Finalmente, Stéfano Ceci recalcó que “en los últimos meses Diego estaba realmente cansado. Veía que algo ya no era lo mismo. Hasta hace dos años, en Dubai jugaba al fútbol y al padel una vez a la semana con personas de 15 a 20 años más jóvenes. Estaba físicamente activo, pero veía que también estaba perdiendo el amor de Rocío. El caos familiar giraba en torno a Diego, que nunca tuvo la paz. Era una persona frágil y humilde”.