Después de un 2019 con muchas críticas, Mario Salas esperaba empezar con todo la temporada. El comandante pudo por fin pedir los refuerzos y jugadores para potenciar al plantel, pero todo parece haber quedado en ganas.

Y es que pese a ganar la Copa Chile ante la UC y la U, el juego mostrado por el cacique no convenció a sus hinchas y tras dos derrotas, el técnico tenía la obligación de vencer a los cruzados por el torneo nacional.

Antes de que el encuentro fuera suspendido, los albos caían por 0-2 y sin mostrar mucho más de lo que hicieron durante el último año, lo que terminó por colmar la paciencia de los hinchas, quienes pidieron su salida del club. Una relación de amor y odio que se agrava más con cada día que pasa, pero que tiene su génesis hace ya varios meses.

La nula autocrítica

Desde su arribo al Estadio Monumental, Salas nunca ha podido desplegar el juego que lo hizo campeón en nuestro país y en Perú. Sin una base futbolística buena, muchos hinchas esperaban verlo más crítico con él mismo, pero eso nunca pasó.

El comandante siempre ha dado la cara ante la prensa para decir que todo funciona de maravillas en el plantel pese a los resultados, lo que aburrió a los fanáticos hace ya varias semanas.

Distancia con los referentes

La crisis de Salas empezó a crecer con la polémica salida de Agustín Orión del club. El arquero tuvo un encontrón con el DT, lo que le terminó costando el puesto y el contrato. Pero fue después de la pelea que todo se empezó a desmoronar.

En su conferencia de despedida, varios de los referentes llegaron a darle su apoyo. El gesto no fue bien recibido por el Comandante, quien optó por cortar de a poco a algunos de los presentes. 

Esto fue marcando su relación con Jaime Valdés y Jorge Valdivia, quienes terminaron sin renovar con el club y sellando su salida tras varios años en el club, con acusaciones en su contra y donde se le señalaba como el principal responsable de no querer tenerlos otra temporada.

El récord de Esteban Paredes

El capitán albo estaba muy cerca de superar la marca De Francisco Chamaco Valdés en el fútbol chileno. Y lo consiguió, pero los meses previos se notó la poca comodidad del DT haciendo jugar al delantero casi por obligación.

Esto quedó en evidencia apenas superó el récord, saliendo de aquel partido con la U tras anotar y empezar de suplente en el siguiente ante la U de Conce.

Con la llegada de Nicolás Blandi, el comandante esperaba quedar tranquilo por ese puesto, pero poco y nada ha podido hacer ante las lesiones, lo que lo ha llevado a jugar con Javier Parraguez, quien no ha podido afirmarse nunca en el ataque del cacique.

Las pocas opciones desde las inferiores

Desde su llegada a Colo Colo, Salas ha intentado buscar jugadores en las divisiones menores del cacique, pero no ha dado con ninguno que pueda tomar ritmo.

Todo esto quedó en evidencia todavía más luego de que Iván Morales pensara en salir por las pocas oportunidades. Y más aún con la actuación de Branco Provoste ante la UC, jugando un partido tímido y sin la actitud que se espera en este tipo de encuentros.