Durante la presente jornada se iba a buscar una conciliación entre Jorge Valdivia y Blanco y Negro por la demanda de 350 millones de pesos que el Mago presentó en contra de Colo Colo. Esto por la recaudación de dos amistosos que irían en su beneficio y que nunca se realizaron, pero todo fracasó de manera rotunda.

Según reportó La Tercera, la concesionaria que administra al Cacique ofreció la mitad y hasta ahí llegó todo. La justicia dio tres semanas para que intenten llegar a un acuerdo “por fuera”, es decir, hasta el 2 de septiembre.

La excusa presentada desde el Monumental es que los dos partidos no se hicieron por falta de fechas y ofrecen hacerlos, pero repartiendo de manera proporcional la recaudación. El Mago, en tanto, espera íntegros 356 millones 348 mil pesos que, según él, se le adeudan y estaban firmados en un contrato.

“El acuerdo de partido corresponden a un acto mercantil entre las partes; desde que, para un determinado club, aquello corresponde a una modalidad de negocio, vinculada a la posibilidad de realizar un encuentro amistoso de fútbol, y en orden a las ganancias por sobre el valor de USD 200.000 (doscientos mil dólares) se repartieran en partes iguales con el demandante, existiendo incluso la posibilidad que no se obtuviera ganancia alguna con el negocio acordado entre las partes, lo que evidentemente repugna al Derecho del Trabajo”, manifestaron desde Pedrero al mencionado matutino

EL CASO GOROSITO

Por su parte, del lado de Jorge Valdivia sacan lecciones de un caso parecido con Néstor Raúl Gorosito, ídolo de Universidad Católica que demandó a los Cruzados en 2008, para no pasar por lo mismo e irse con las manos vacías.

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Entonces, el volante argentino exigió 100 mil dólares por el incumplimiento de un amistoso acordado tras su renovación en 2001. El 25° juzgado Civil de Santiago se declaró incompetente al poco tiempo, por lo que los abogados del Mago se empeñan en demostrar que su caso es un “contencioso laboral” y no civil.

Blanco y Negro espera una solución algo más “amistosa” para no terminar afectando aún más las alicaídas arcas de Colo Colo post estallido social y pandemia.